El teniente coronel Alexander Dasilveira, comandante del Grupo Cabal del Ejército, junto al sargento viceprimero Henry Herrera, durante una reunión de coordinación operativa en la zona de frontera.

Grupo Cabal neutraliza avance de disidencias hacia La Victoria

Una operación conjunta con el Ecuador se evitó que un grupo armado ilegal tomara control del de esta zona rural del municipio fronterizo.

El Grupo Cabal del Ejército frustró el ingreso de una estructura ilegal al corregimiento La Victoria, gracias a labores de inteligencia en conjunto con las Fuerzas Armadas del Ecuador. La operación evitó posibles enfrentamientos que habrían puesto en riesgo a la población civil.

Alerta

Una operación militar de alto nivel fue ejecutada recientemente por el Grupo Mecanizado de Caballería No. 3 “General José María Cabal”, con sede en Ipiales, para contener el avance de un grupo armado ilegal que pretendía tomarse el corregimiento La Victoria, ubicado en zona de frontera con Ecuador. El teniente coronel Alexander Dasilveira, comandante de esta unidad, explicó que la intervención fue resultado de un trabajo de inteligencia articulado con las Fuerzas Armadas del vecino país, específicamente en el sector conocido como El Chacal, en la provincia del Carchi.

La presencia irregular se detectó gracias a los canales de comunicación permanente que mantiene el Ejército colombiano con sus homólogos ecuatorianos. De acuerdo con Dasilveira, se tuvo conocimiento de que un grupo armado, proveniente del Putumayo, habría tenido enfrentamientos recientes con destacamentos del Ecuador, situación que encendió las alarmas sobre su posible ingreso al territorio colombiano por la zona rural de Ipiales.

Inteligencia

“Este grupo al parecer pertenece a la estructura Carolina Ramírez, y venía subiendo con la intención de llegar hasta el corregimiento La Victoria para tomar control territorial y desplazar a la Comisión de Comandos de Frontera, que opera legalmente en la zona”, detalló el oficial. La operación fue planeada cuidadosamente para evitar que se produjera un enfrentamiento directo entre estructuras ilegales, lo cual podría derivar en graves afectaciones para las comunidades asentadas en este corredor fronterizo.

Dasilveira destacó que la inteligencia recolectada en las reuniones mensuales entre ambos ejércitos permitió anticipar el movimiento del grupo y actuar a tiempo. “Cuando existe este tipo de cooperación internacional, la respuesta militar es más eficiente. Nos permite no solo proteger la soberanía, sino también cuidar a la población civil, que muchas veces queda en medio del fuego cruzado cuando estas organizaciones se enfrentan”, manifestó.

Prevención

El comandante subrayó que experiencias recientes en el norte del departamento de Nariño, especialmente en municipios como Policarpa y Los Andes (antiguo municipio de Sotomayor), evidencian que los enfrentamientos entre grupos armados dejan como saldo desplazamientos masivos, confinamiento de familias enteras y una profunda afectación emocional y económica en las comunidades.

“Queríamos evitar que ese grupo alcanzara el casco urbano de La Victoria, tomara posesión del territorio y empezara a amedrentar a la población. Nuestra prioridad era anticiparnos al conflicto, cortar la ruta de ingreso y mantener el control sobre esta zona clave de frontera”, concluyó Dasilveira.

Actualmente, el Ejército continúa en máxima alerta en la zona, realizando patrullajes, controles y seguimiento a cualquier movimiento sospechoso, en coordinación con autoridades locales, Fuerzas Militares y organismos internacionales. La comunidad ha sido informada y se mantiene bajo protección activa del Estado.