Patricia Almeida, rectora.

Un proyecto en Las Lajas de los mejores del mundo

El Proyecto Vigías del Patrimonio de la Institución Educativa Las Lajas, liderado por la rectora Patricia Almeida, fue seleccionado como uno de los 36 mejores proyectos socioculturales y turísticos a nivel mundial, un logro que abre las puertas a apoyo mediante cooperación internacional.

Esta destacada propuesta pedagógica, nacida en las aulas con la participación activa de estudiantes y docentes, busca fortalecer el sentido de pertenencia, el conocimiento y la conservación del patrimonio material e inmaterial que rodea el emblemático Santuario de Las Lajas.

Según explicó la rectora Almeida, el proyecto es fruto de un proceso sostenido que inicia desde la infancia, con la convicción de que la transformación social y cultural solo es posible formando nuevas generaciones con amor por su historia e identidad.

“Queremos que los turistas se lleven la mejor imagen de nuestro territorio, pero más importante aún, que los mismos ipialeños y nariñenses sepamos valorar y reconocer la riqueza cultural de este rincón llamado Las Lajas. Es impresionante cómo muchas universidades del país han tomado este lugar como laboratorio de investigación, mientras que a veces nosotros mismos desconocemos su verdadera importancia”, expresó la rectora.

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El proyecto ha logrado integrar historia, cultura, paisaje andino, costumbres ancestrales e identidad local en una propuesta educativa innovadora. Desde el estudio de mitos y leyendas, hasta tradiciones culinarias y expresiones lingüísticas, Vigías del Patrimonio ha despertado una conciencia colectiva sobre el patrimonio vivo que constituye la esencia de la región.

Además, Patricia Almeida hizo un llamado para que en Colombia se implemente una cátedra del patrimonio en todas las instituciones educativas, como herramienta clave para contrarrestar los efectos de la globalización, que muchas veces amenazan con borrar las raíces culturales.

“Este es un proceso hermoso, pero que requiere voluntad, paso a paso, desde la escuela y la familia. La identidad no se debe perder, debe cultivarse y celebrarse”, concluyó.