La lucha contra la criminalidad en Colombia ha alcanzado incluso a los propios funcionarios encargados de la seguridad y el control en las instituciones del Estado. En un hecho que ha causado preocupación, un funcionario activo del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) fue capturado en flagrancia con cerca de 300 gramos de bazuco dentro del centro carcelario de Pasto, capital del departamento de Nariño.
El implicado fue identificado preliminarmente como Jesús Calpa, quien se encontraba en servicio activo al momento de la captura. El hallazgo se produjo durante un procedimiento de registro y control adelantado por la Policía Nacional, en coordinación con la Policía Judicial del INPEC, como parte de las acciones del Plan Ciudades Seguras por la Vida, estrategia que busca atacar de manera frontal la criminalidad en entornos urbanos e institucionales.
El operativo fue ejecutado por unidades de la Seccional de Investigación Criminal (SIJIN), quienes desarrollaban actividades de verificación y vigilancia rutinarias dentro del penal. Durante la inspección, Jesús Calpa fue sorprendido con la sustancia estupefaciente en su poder, la cual fue inmediatamente incautada por las autoridades.
“La captura se realizó durante una actividad de control a personas y funcionarios. Esta persona fue sorprendida con la sustancia estupefaciente en su poder, la cual fue incautada de inmediato”, indicó la Policía Nacional a través de un comunicado oficial. Este caso ha encendido las alarmas sobre la posible existencia de redes internas de tráfico de drogas dentro de los centros penitenciarios, fenómeno que ha sido reiteradamente denunciado por organizaciones de derechos humanos y observadores del sistema carcelario colombiano.
