Jaime Santamaría, director.

El Pacífico colombiano se llena de vida con la llegada de las ballenas jorobadas

Con emoción y expectativa, los operadores turísticos del Distrito Especial de Tumaco se alistan para uno de los eventos naturales más impresionantes del país: la llegada de más de 5.000 ballenas jorobadas a las cálidas aguas de la Costa Pacífica colombiana.

Este espectáculo, que ocurre entre los meses de junio y octubre, marca el inicio de la temporada de avistamiento de ballenas, una oportunidad única para la región tanto en términos de ecoturismo como de dinamización económica.

Después de recorrer más de 5.000 kilómetros desde las frías aguas de la Antártida, las ballenas jorobadas encuentran en el océano Pacífico colombiano el lugar ideal para su proceso de apareamiento y el nacimiento de sus crías.

Espectáculo

El espectáculo natural que ofrece el mar no solo deslumbra por su belleza, sino que también representa una valiosa oportunidad para la reactivación del turismo en el litoral nariñense.

Así lo expresó Jaime Santamaría Ayala, director de la agencia de viajes Tumaco Divers La Casa del Buzo, quien destacó la amplia oferta de actividades que estarán disponibles para los visitantes durante esta temporada.

“Estamos a vísperas de la temporada de las ballenas jorobadas quienes se instalan en las costas colombianas del Pacífico. Desde ya listos no solo para atender a los turistas, sino para recibir a las ballenas, buscando protegerlas y trabajar mancomunadamente por el bienestar de la fauna silvestre”, señaló Santamaría.

Actividades

La oferta turística en Tumaco durante esta temporada va más allá del avistamiento de ballenas. Santamaría destacó que los visitantes también podrán disfrutar de actividades como el buceo, la pesca artesanal, caminatas ecológicas y, por supuesto, de la reconocida gastronomía del Pacífico, rica en sabores ancestrales y productos del mar.

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La llegada de estas especies marinas no solo representa un atractivo turístico; también implica una gran responsabilidad ambiental. Expertos en conservación marina han hecho un llamado a la observación responsable, recordando que las ballenas jorobadas son animales vulnerables y que su bienestar depende en gran medida del comportamiento humano en su entorno.

San Andrés de Tumaco, gracias a su ubicación estratégica y riqueza natural, se convierte cada año en un escenario privilegiado para este encuentro entre el ser humano y la naturaleza. Desde sus playas, manglares y miradores, cientos de turistas nacionales y extranjeros llegan con la ilusión de ver a estos gigantes marinos saltar y nadar.

Se espera que, durante los próximos meses, la afluencia turística aumente significativamente, generando ingresos para hoteles, restaurantes, transportadores y artesanos locales.