Cada 5 de junio, el mundo reflexiona sobre uno de los problemas más graves que afectan a los mares y la seguridad alimentaria: la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR). Establecida por las Naciones Unidas en 2017, esta jornada busca generar conciencia sobre las amenazas que representan estas actividades y fomentar soluciones sostenibles que protejan los ecosistemas marinos.

¿Por qué la pesca ilegal es un problema global?
Las prácticas de pesca INDNR vulneran regulaciones nacionales e internacionales, comprometiendo los esfuerzos de conservación y afectando la economía de las comunidades pesqueras. Se estima que entre 11 y 26 millones de toneladas de pescado son extraídas de manera ilegal cada año, lo que representa cerca del 20% de las capturas mundiales y una pérdida económica que oscila entre 10.000 y 23.500 millones de dólares.
Además del impacto económico, la pesca ilegal pone en riesgo la estabilidad de poblaciones de peces, altera los ecosistemas y reduce la capacidad de recuperación de especies en peligro. También está vinculada a graves violaciones de derechos humanos, incluyendo el trabajo forzado en embarcaciones pesqueras y condiciones de explotación laboral.
Acciones para combatir la pesca ilegal
El Código de Conducta para la Pesca Responsable, aprobado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en 1995, ha sido un marco clave para establecer medidas de protección de los recursos marinos. Sin embargo, el problema persiste y se requiere una mayor cooperación internacional.
Algunas de las estrategias más importantes para enfrentar la pesca INDNR incluyen:
- Mayor vigilancia y control marítimo mediante tecnologías de monitoreo satelital.
- Refuerzo de leyes internacionales para sancionar a embarcaciones ilegales.
- Concientización sobre el consumo responsable de productos del mar.
- Apoyo a comunidades pesqueras legales para promover la pesca sostenible.
Un llamado a la acción por los océanos
La protección de los mares es un compromiso que involucra a gobiernos, organizaciones y ciudadanos. Reducir la pesca ilegal no solo garantiza la conservación de la biodiversidad marina, sino que también fortalece la seguridad alimentaria global y la sostenibilidad económica de las comunidades costeras.
En el Día Internacional contra la Pesca Ilegal, el mensaje es claro: la gestión sostenible de los océanos es una responsabilidad compartida y requiere medidas urgentes para preservar la vida marina y garantizar el equilibrio ambiental para las generaciones futuras.

