En un esfuerzo sostenido por mejorar la calidad de los servicios de salud, la Secretaría de Salud ha intensificado sus procesos de inspección, vigilancia y auditoría en las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) del municipio. Este fortalecimiento se desarrolla mediante una estrategia innovadora basada en auditorías participativas y encuentros directos con el personal de salud y la comunidad usuaria.
Durante las recientes jornadas, equipos técnicos de salud pública evaluaron más de 52 programas vinculados a las Rutas Integrales de Atención en Salud, haciendo énfasis en áreas sensibles como la salud mental, enfermedades crónicas, riesgo cardiovascular y atención primaria.
Estos procesos no solo contemplan la revisión documental, sino que incorporan entrevistas al talento humano en salud, así como la voz directa de los usuarios, quienes ofrecieron valiosas apreciaciones sobre la atención recibida.
Cumplimiento
Cristina Cárdenas, coordinadora del equipo de Inspección y Vigilancia de la Secretaría de Salud, destacó la profundidad y el alcance de esta metodología. “Avanzamos en auditorías que no se limitan al cumplimiento normativo sobre el papel. Incorporamos una visión holística, entrevistando tanto a quienes prestan el servicio como a quienes lo reciben. Esto nos permite comprender realmente cómo se está prestando la atención y qué aspectos requieren intervención urgente”, explicó.
Entre los desafíos identificados en estas jornadas, la funcionaria subrayó la rotación frecuente del personal asistencial, la necesidad de actualización en normativas de salud y una articulación más efectiva con los equipos de atención extramural. “Estos aspectos inciden directamente en la continuidad y calidad del servicio que se presta, por lo que deben ser abordados con prioridad”, añadió.
Estrategia
La estrategia también contempla la creación de planes de mejora concertados con las IPS, lo cual ha sido bien recibido por diversos actores del sector salud. Andrés Portilla, coordinador del fondo de salud de la Universidad de Nariño, resaltó el valor de estos espacios de retroalimentación: “Este tipo de acciones nos permite hacer diagnósticos realistas y desarrollar planes que respondan a las necesidades de nuestros afiliados. La participación de los usuarios es fundamental para enfocar las acciones de mejora”.
En esa misma línea, Diana Trujillo, funcionaria de Proinsalud, valoró el enfoque colaborativo del proceso. “Es una herramienta clave para identificar puntos críticos y diseñar estrategias que impacten directamente en la calidad de la atención, no solo del magisterio sino de toda la comunidad”, señaló.
Ejercicio
Por su parte, el gerente de la IPS Salud Vida, Óscar Fernando Gaviria, destacó el efecto positivo de las auditorías en programas específicos. “Gracias a este ejercicio, hemos podido fortalecer nuestro programa de enfermedades crónicas, lo que se traduce en mejoras tangibles en la calidad de vida de los usuarios. Es un proceso que exige compromiso, pero cuyos beneficios son evidentes”, aseguró
La Secretaría de Salud ha reiterado su compromiso con una atención integral, humanizada y continua, e informó que estas auditorías participativas continuarán durante el segundo semestre del año, incluyendo nuevas líneas de acción y la incorporación de herramientas digitales para mejorar el seguimiento a los planes de mejora.
Con este enfoque renovado, la entidad busca consolidar una red de servicios de salud que no solo responda a las exigencias técnicas y normativas, sino que también se construya desde la experiencia y las expectativas de quienes hacen uso del sistema: la comunidad.