En una emotiva ceremonia celebrada en la sede del Banco de la República en la ciudad de Pasto, 25 mujeres indígenas firmantes de paz del resguardo de Mayasquer, ubicado en la vereda Tallambí, municipio de Cumbal, recibieron su certificación por culminar con éxito la Escuela de Fortalecimiento de Liderazgo Político con Enfoque de Género.
La iniciativa, liderada por la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) en convenio con la Ruta Pacífica de Mujeres, brindó formación en temas clave como el empoderamiento político y económico, el liderazgo social y el marco del Acuerdo de Paz.
Impacto
Durante el proceso, las participantes fortalecieron sus capacidades para liderar procesos comunitarios con enfoque de género y avanzar en sus proyectos de vida y transformación territorial.
Marcela Pepinosa, firmante de paz y representante legal de la Asociación de Mujeres en Minga por la Paz (Asomipaz), destacó el impacto de esta formación en su comunidad:
“Esta formación contribuyó mucho a nuestro territorio porque a través de esto queremos hacer una adecuación a la casa del cabildo y así tener un espacio para las mujeres, no solo firmantes, sino todas las de la vereda, para seguirnos formando y formar a más mujeres”.
Durante el evento también se firmó el acta de recibimiento a satisfacción de la implementación de la iniciativa de género según el convenio 1370-2024. Como cierre simbólico de la Escuela, las mujeres eligieron realizar un intercambio de experiencias, saberes y liderazgos con mujeres firmantes de paz del departamento del Cauca.
Experiencia
La agenda continuará en la ciudad de Popayán, donde las 25 participantes compartirán durante dos días con lideresas indígenas del Cauca, en espacios de diálogo sobre posicionamiento político, resistencia, luchas dentro del Gobierno Propio y estrategias comunitarias.
A su regreso a Tallambí, se espera que las mujeres repliquen lo aprendido y contribuyan a fortalecer los procesos organizativos de base en su territorio. Esta experiencia representa un paso más hacia la consolidación de una paz con enfoque territorial y de género, y demuestra el compromiso de las mujeres indígenas firmantes con la construcción de un futuro más justo y equitativo para sus comunidades.