Colombia vive hoy, cuando las elecciones para el Senado y la Cámara de Representantes están a diez meses y los comicios para la presidencia de la República, a un año, una intensa actividad electoral, en la que, en los 32 departamentos del país, asoman en estos momentos, miles de aspirantes al Congreso y hay por lo menos, 100 precandidatos a la presidencia de la Repùblica, un número sin precedentes en la extensa historia de nuestra democracia.
Nos parece que ese multitudinario interés por parte de los colombianos de ser protagonistas de las elecciones para el Senado y la Cámara de Representantes, que se llevarán a cabo el 8 de marzo del 2026 y, de los comicios presidenciales del 31 de mayo del mismo año, refleja un marcado propósito de renovación política en el en el paìs.
No nos extraña que sea de esa manera, si nos atenemos a los gravísimos escándalos que se han producido al interior del Congreso de la República y de la Presidencia, en desarrollo de los cuales, la corrupción ha sido el común denominador en episodios aberrantes la mayoría de los cuales siguen latentes y le han causado enormes perjuicios a la imagen de la Nación.
Por lo tanto, tanto en el Senado, la Cámara y la Presidencia de la República, se han vivido unos episodios que en nada han favorecido al país, por lo que es evidente en la clase política y entre los mismos colombianos, un afán renovador, que solo se puede alcanzar en las urnas, en el marco de los comicios del próximo año.
Ello nos explica entonces, el enorme número de precandidatos que en instantes se cuentan en las diferentes regiones del paìs, no solo aspirantes a ser senadores o representantes a la Cámara, sino presidentes de la República. Por ello, vivimos, miles de campañas políticas, en un hecho inusual, pero que nos alegre, puesto que se constituye en una muestra de la fortaleza de nuestra democracia. Ahora no importa que a medida que se vayan acercando las fechas de las elecciones, como suele ocurrir, el número de preaspirantes, tenderá a disminuir, en aras de coaliciones y alianzas.
Nos referimos a un fenómeno que de manera obligada nos hace pensar en que las elecciones que ya tenemos al frente, serán unas de las más reñidas de los últimos años, por lo que día a día crece la expectativa electoral en Colombia.
Por lo que estamos viendo, para los comicios que se avecinan, tendremos candidatos y candidatas para escoger y, de ahí nuestro llamado a todos los colombianos, es que, hagamos una elección responsable, para que les entreguemos nuestros votos, tanto para el Congreso, como para la presidencia de la República, a personas que estén alejadas de las prácticas corruptas que tanto daño nos han hecho durante este gobierno y, cuyas hojas de vida, nos muestren sin lugar a dudas, que su único interés es servir al pueblo.
Para hacer ese análisis y acertar en la escogencia de los candidatos a los que vamos a apoyar en las urnas afortunadamente, todavía tenemos tiempo.
Lo importante es que aprovechemos ese espacio que nos brinda nuestra democracia para votar bien. Y, votar bien significa, depositar nuestra confianza en quienes, con sus aspiraciones al Senado, la Cámara de Representantes y la Presidencia de la República, tienen las mejores intenciones para Colombia.

