Por: Chucho Martínez
Escribir papa con minúsculas para referirse al Obispo de Roma o Sumo Pontífice es un error, pues se debe escribir toda la palabra con mayúsculas porque son siglas de “Petri Apostoli Potestamen Accipiens” que en español significa «El que sucede al apóstol Pedro» o “Sucesor de Pedro”; por lo tanto, no es papa el tubérculo, ni papá el padre de familia. Las siglas se escriben en mayúsculas como por ejemplo ONU o ICBF.
La mayoría de purpurados que escogieron al nuevo PAPA, fueron nombrados por Francisco quien frecuentaba largas conversaciones con aquel, en las que sugirió que de sucederlo continuara la obra del PAPA León XIII autor de la encíclica Rerum novarum (cosas nuevas) que es la primera encíclica social de la Iglesia católica, publicada el 15 de mayo de 1891 como crítica severa al capitalismo desenfrenado por explotar a trabajadores. En ella aboga por la justicia social, solidaridad, derecho a salario digno y libertad sindical, por eso, se lo conoció como “PAPA social”. Por su trayectoria en Chicago ciudad obrera y el Perú pobre, el nuevo PAPA es el “pastor que huele a oveja” como quería Francisco.
El gran reto para el nuevo PAPA León XIV es “mantener el rumbo de la barca de la iglesia hacia el destino sinodal que señaló el pontificado de Francisco” que en términos contemporáneos es volver a lo básico como la humildad, libertad individual y misericordia, lejos de la codicia y del anhelo del poder terrenal sin ostentación. Se compromete a dirigir la iglesia de 1.400 millones de católicos con una lógica más horizontal que vertical, marcada por lo comunitario, mucho más que lo jerárquico, con una actitud de permanente escucha, calidez, sonrisa y cercanía con el pueblo. Continuar con la condena a la pedofilia en la iglesia y comprometerse a mediar en los conflictos para lograr la paz que llenan al mundo de ansiedad. Se pone al lado de las víctimas.
León XIV predica un discurso conciliador para tender puentes, por ello los cardenales privilegiaron su nombre para unir en lugar de fracturar la iglesia, que sea menos disruptivo que el propio pontificado de Francisco.
Trump primero se alegró porque León XIV es de origen gringo, pero después se enojó cuando pidió trato humanitario a los migrantes.

