En una exitosa operación conjunta entre el Ejército Nacional y la Policía Nacional, fueron capturados dos presuntos integrantes del Grupo Armado Organizado Residual (GAO-r) Franco Benavides en zona rural del municipio de El Peñol, Nariño. Se trata de un hombre y una mujer conocidos con los alias de ‘Pantera’ y ‘Capi’, quienes, según las autoridades, harían parte de la estructura logística de esta organización criminal que opera en el suroccidente del país.
La acción fue liderada por soldados del Batallón de Infantería N.º 9 Batalla de Boyacá, unidad adscrita a la Vigésima Tercera Brigada de la Tercera División del Ejército Nacional. Durante tres días se realizaron labores de inteligencia, vigilancia y seguimiento encubierto, que permitieron ejecutar con precisión esta operación, debilitando considerablemente las capacidades logísticas del grupo armado residual.
Estructura ilegal
Durante el operativo se incautó un importante arsenal bélico y material estratégico, entre ellos cinco fusiles de asalto, seis armas cortas, tres escopetas, más de 1.900 municiones de diferentes calibres, treinta y tres proveedores, así como material de intendencia, equipos de comunicación, vehículos y 911.000 pesos en efectivo. Según las autoridades, todo este material era utilizado por la estructura ilegal para actividades criminales relacionadas con el narcotráfico, extorsión y control armado de corredores estratégicos.
Protección
El resultado fue calificado por los mandos militares como contundente y vital para la seguridad de la región. “Destacamos la labor decidida de nuestros soldados, quienes con profesionalismo y compromiso trabajan por la protección del pueblo nariñense. Este golpe afecta directamente la operatividad del GAO-r Franco Benavides y ratifica el compromiso del Ejército con la seguridad nacional”, afirmó un vocero del Ejército. Alias ‘Pantera’ y ‘Capi’ fueron puestos a disposición de las autoridades judiciales competentes, donde deberán responder por los delitos que les sean imputados. Mientras tanto, las operaciones militares continuarán desarrollándose en el sur del país, con el objetivo de neutralizar las estructuras armadas que continúan afectando la tranquilidad de las comunidades rurales.