El fútbol no es solo un juego, sino un fenómeno cultural y social que ha logrado trascender fronteras, idiomas y diferencias. Su capacidad para generar espacios de encuentro, cooperación y diálogo lo convierte en una herramienta poderosa para la construcción de paz. En reconocimiento a este impacto, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 25 de mayo como el Día Mundial del Fútbol, una fecha que conmemora su influencia en la paz, el desarrollo y la integración global.
Un reconocimiento histórico
En marzo de 2024, la ONU aprobó una resolución que formalizó la celebración de esta fecha. El documento destaca el papel del fútbol como promotor de valores universales y su capacidad para contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Además, resalta su impacto en áreas clave como la educación, la salud mental, la inclusión social y la diplomacia.
El 25 de mayo fue elegido por su relevancia histórica: marca el centenario del primer torneo internacional de fútbol, celebrado en los Juegos Olímpicos de París en 1924. Aquel evento reunió a selecciones de distintas regiones del mundo, sentando las bases de la expansión del fútbol como fenómeno global.
El fútbol como vínculo emocional y social
Más allá del aspecto competitivo, el fútbol es también una fuente de bienestar emocional. La psicóloga Karen Pérez, subdirectora nacional de Psicología de la Universidad Continental, sostiene que seguir a un equipo puede convertirse en un refugio emocional, especialmente para quienes enfrentan ansiedad o depresión.
Estudios han demostrado que la afición por el fútbol genera una fuerte sensación de identidad y pertenencia, comparable a la de una red de apoyo emocional. Daniel Wann, especialista en psicología deportiva, explica que cuando un equipo gana, sus seguidores experimentan una sensación de triunfo personal, lo que eleva los niveles de dopamina y endorfinas, neurotransmisores vinculados al placer y la motivación.
Un compromiso con el futuro del fútbol
Con la proclamación del Día Mundial del Fútbol, la ONU insta a los países que organizan eventos futbolísticos a asegurarse de que estos encuentros dejen un legado duradero de paz, inclusión y juego limpio. En un contexto global donde el deporte es un puente entre naciones, el fútbol se consolida como un lenguaje universal, capaz de inspirar cambios sociales y fortalecer la cooperación internacional.
