ATAQUE SICARIAL

Le arrebataron la vida a Darianny Pimentel una joven de 22 años 

La noche del viernes 23 de mayo se tiñó de sangre en el barrio El Remanso, en la localidad de Bosa, un sector que sus habitantes conocen mejor como JaVidrios. Allí, hacia las 10:00 p.m., la vida de una joven de apenas 22 años fue brutalmente interrumpida cuando fue baleada frente a un bar por sicarios que se movilizaban en moto. La víctima fue identificada como Darianny Pimentel conocida como “DaryĀ», una mujer venezolana que residía en la zona y que era trabajaba atendiendo la taberna donde fue interceptada, según sus seres queridos, no tenía conflictos ni enemigos.

Una madre arrebatada 

Dary no era solo una joven más. Para su familia y amigos, era una mujer alegre, soñadora, trabajadora y sobre todo, una madre entregada. Luchaba a diario por sacar adelante a su pequeño hijo y no escatimaba esfuerzos por brindarle un mejor futuro. La recuerdan como una persona solidaria, divertida y perseverante, que no se metía con nadie y que, pese a ser extranjera, se ganó el cariño y el respeto de quienes la rodeaban.

Por eso su asesinato duele tanto. Porque no solo se perdió una vida, se truncó el sueño de una madre, se rompió una familia y se dejó a un niño sin el abrazo cálido de su mamá. La comunidad insiste en que no se trató de un ajuste de cuentas y que, contrario a los prejuicios que muchas veces se tienen hacia los migrantes, Dary no estaba vinculada con actividades ilegales ni tenía amenazas.

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Investigaciones

Las autoridades ya adelantan investigaciones para dar con los responsables, aunque hasta el momento no hay capturas. No se descarta que este crimen sea tipificado como feminicidio, una línea de investigación que cobra fuerza debido al contexto y a los testimonios de su entorno cercano. 

El crimen ha generado consternación y miedo entre los vecinos del sector, pues se suma a una preocupante ola de violencia que ha sacudido a la ciudad en las últimas semanas. En esta localidad del suroccidente de Bogotá ya se han registrado al menos cuatro asesinatos en menos de quince días, una cifra alarmante que enciende las alertas sobre la seguridad y la presencia del crimen organizado en estos territorios.

Vecinos, familiares y líderes comunitarios exigen resultados. Quieren justicia. Quieren que este caso no se archive como uno más en las cifras de homicidios, y sobre todo, que no se siga normalizando la violencia contra las mujeres en sectores históricamente olvidados por el Estado.