De pasatiempo en pandemia lo convirtieron en proyecto de vida

Lo que comenzó como una forma de sobrellevar el aislamiento durante la pandemia, hoy se ha transformado en un proyecto de vida que rescata tradiciones, impulsa la economía local y brinda una propuesta distinta en el mundo de los vinos artesanales. Así nació Vinos El Cueche, un emprendimiento impulsado por el nariñense Luis Javier Forero Zambrano, quien ha logrado convertir su curiosidad y pasión por la elaboración de vinos en un modelo de negocio en crecimiento.

Durante los días más difíciles del confinamiento, Forero, como muchos colombianos, buscaba una actividad que le diera sentido al tiempo y ayudara a mantener el ánimo. Fue entonces cuando un amigo cercano le enseñó las bases del vino artesanal. Lo que inició como un experimento doméstico, compartido entre familiares y amigos, se convirtió poco a poco en una experiencia sensorial que despertó gran entusiasmo entre quienes probaban el resultado.

Simbolismo

“Empecé compartiendo esta bebida con mi familia y amigos cercanos. Su reacción fue tan positiva que, motivado por su apoyo, decidí dar el siguiente paso y comenzar a vender mi producto”, relata el emprendedor.

El nombre del emprendimiento no fue escogido al azar. “Un día, mientras montaba bicicleta, observé el fenómeno del ‘cueche’, ese momento mágico cuando un arcoíris rodea al sol. Su belleza y simbolismo me inspiraron a bautizar así este sueño que apenas comenzaba”, recuerda Forero con emoción.

Esa conexión con la naturaleza y lo simbólico se refleja también en el proceso de elaboración: los vinos son 100% naturales, sin aditivos químicos, con sabores poco convencionales como mora, uvilla y un exótico vino de arroz tipo sake, que ha captado la atención de los más curiosos.

Autenticidad

Hoy, Vinos El Cueche no solo representa un negocio, sino una propuesta de valor que apuesta por la autenticidad. Para su creador, cada botella es una oportunidad para reconectar con lo artesanal, explorar sabores propios del territorio nariñense y ofrecer una experiencia diferente. Lejos de la producción industrial, este emprendimiento prioriza la calidad sobre la cantidad, combinando técnicas tradicionales con una profunda vocación por lo natural. “Nuestro compromiso es ofrecer vinos que deleiten los sentidos y conecten con las raíces de la elaboración artesanal”, asegura Forero.