El 28 de abril de 2025, un apagón masivo dejó sin electricidad a aproximadamente 55 millones de personas en España y Portugal. La interrupción del suministro generó incertidumbre y afectó servicios esenciales, desde el transporte hasta las comunicaciones.
Desde el espacio, los satélites de la NASA captaron la magnitud del evento y documentaron la recuperación progresiva de la red eléctrica. Las imágenes, obtenidas por los satélites Suomi-NPP, NOAA-20 y NOAA-21, se hicieron virales y permitieron analizar el impacto del apagón.

Cómo los satélites registraron el apagón
La interrupción comenzó al anochecer y, aunque la mayoría de las zonas recuperaron la electricidad antes de la medianoche, algunas regiones permanecieron a oscuras hasta la madrugada del 29 de abril. Los satélites, que orbitan de polo a polo, realizaron seis pasadas sobre la península ibérica, capturando imágenes nocturnas que muestran la evolución del apagón.
Alejandro Sánchez de Miguel, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), procesó las imágenes y aseguró su divulgación a través de la Agencia Espacial Europea (ESA). Su trabajo permitió diferenciar las imágenes reales de aquellas que circulaban con información errónea en internet.
Lo que revelan las imágenes
Las imágenes satelitales muestran vastas áreas de España y Portugal sumidas en la oscuridad, mientras otras regiones recuperaban gradualmente la electricidad. También captaron partes de Francia, Ceuta y el norte de África, donde el apagón tuvo menor impacto.

El análisis de la NASA reveló que las zonas rurales, como el sur y este de Granada, permanecieron sin luz por más tiempo en comparación con las áreas urbanas.
La importancia de los satélites en emergencias
Este evento permitió evaluar la utilidad de los satélites en la respuesta a crisis energéticas. La NASA utilizó el proyecto Black Marble, que estudia las emisiones de luz nocturna, para analizar el impacto del apagón y mejorar futuras estrategias de monitoreo.
Además, la Agencia Espacial Europea destacó cómo las herramientas de observación espacial pueden ayudar a evaluar la resiliencia de infraestructuras, priorizar reparaciones y optimizar la respuesta ante emergencias.
