CUANDO EL RIO SUENA

Por Mauricio Fernando Muñoz Mazuera

Durante estos días han comenzado a circular en redes sociales una serie de denuncias de la deficiente labor que viene cumpliendo el alcalde de Pasto y algunos miembros de su gabinete. En las denuncias es claro el malestar que tiene un sector de la ciudadanía frente a la falta de experticia para tratar temas álgidos que se vienen suscitando en la ciudad.

Por ejemplo, se dice que la Alcaldía se ha convertido en el fortín de los partidos políticos de siempre, quienes manejan la contratación como les gusta, a dedocracia,  desconociendo la labor de un buen de número de personas que colocaron su granito de arena para que el actual alcalde, obtuviera la votación que registró en las pasadas elecciones. Lastimosamente este es un hecho que no solo es de esta administración, es algo común en la forma de actuar de los políticos que, se aprovechan de la necesidad de jóvenes y adultos que miran en la contienda política, la posibilidad de lograr un contrato de trabajo en la administración entrante, dejándolos con las meras expectativas y un puñado de excusas. Por ejemplo, traigamos a la memoria a las “chicas águila”, personajes siniestros de ingrata recordación, que ponían a quien ellas quisieran en la Alcaldía o Gobernación de turno, una era la cara que colocaban durante las elecciones y otra después de alcanzar el triunfo el día electoral.   

En las denuncias también se hace referencia a que, algunas de las personas que han llegado a ocupar los cargos de secretarios y subsecretarios, no son los más aptos para estar al frente de los mismos, y por el contrario, brillan por su incapacidad e inoperancia ante los encargos recibidos. Esta afirmación puede tener algo de razón, pues hemos visto como en varios debates de control llevados a cabo en el Concejo Municipal, los funcionarios no han salido bien librados, dejando ver varios lunares en la gestión que llevan a cabo. Pareciera que desde las secretarias se quiere abarcar mucho, y no se termina haciendo nada. Un ejemplo de esta situación se pudo dar, como varias personas nos hicieron conocer, en la gestión de la secretaría de Cultura municipal durante la procesión infantil y juvenil el Miércoles Santo en donde prometieron a los participantes la entrega de pendones, es más, subieron videos a las redes sociales de la secretaria diciendo que todo estaba listo, pero durante la procesión, los famosos pendones brillaron por su ausencia, y es aquí en donde podríamos decir uniéndonos en coro al maestro Lisandro Mesa ¿y de la plata qué?

Pero el caso más sobresaliente de las denuncias que han salido en los últimos días a la luz pública a través de las redes sociales, es los malos manejos económicos que se están viviendo dentro de Corpocarnaval, otros exponentes de la frase “el que mucho abarca, poco aprieta”. La corporación está presente en cuanto evento, taller, proceso y demás hay en la ciudad, pero, a pesar que tienen línea directa con la alcaldía, no han sido capaces de pagar los dineros que se adeudan a los trabajadores de logística que colocaron todo de sí para tener listo el montaje  de vallas, escenarios, baños públicos para los artistas y demás servicios que son inherentes al desarrollo del carnaval.

Esperamos que, estas denuncias no se queden en palabras que se olvidan en el mundo de los metadatos, y por el contrario, los entes de control pongan el dedo en la llaga frente a estos hechos que comienzan a darse a conocer. La corrupción venga de donde venga debe ser atacada y desterrada del quehacer público, porque de lo contrario, los mismos con las mismas seguirán haciendo lo que se les antoje, generando una estela de impunidad nociva para la sociedad.