¡GRACIAS MAMÁ!

Hoy, en Colombia y gran parte de los países del mundo, celebramos una fecha maravillosa que es símbolo del más puro amor, en homenaje a una persona abnegada, que es toda ternura y capaz de los más grandes sacrificios por sus seres queridos.

Nos referimos al Día de la Madre, una celebración que nació gracias a la permanente lucha de una activista estadounidense, que se llamó Anna Jarvis, quien además de adorar a su madre Ann Reeves, le hizo caso a su insistencia de crear un día del año para festejar a las madres, un evento que comenzó de manera humilde en una parroquia de EE.UU. y, hoy es una gran celebración a nivel mundial.

Para impulsar esta iniciativa un día, la señora Reeves le mostró a su hija una oración en que se leía: “Espero y rezo para que alguien, un día, reconozca un día en memoria de las madres para celebrar el servicio incomparable que prestan a la humanidad en todas las áreas de la vida”

De esta manera el primer día de la madre fue creado y celebrado el 12 de mayo de 1907, en Webster, Virginia Occidental, en la conmemoración del segundo aniversario de la muerte de su madre, por Anna Jarvis, quien en esa ocasión regaló a los asistentes 500 claveles blancos, flor que con el paso del tiempo se convirtió en símbolo del Día de la Madre.

Desde entonces, hace 118 años, el Día de la Madre empezó a extenderse por todo el mundo, como un justo reconocimiento a esas mujeres, que, en su calidad de mamás, siempre esparcirán a su alrededor, el amor más grande del mundo, pues solo ellas tienen el incomparable don de mantener unidas a sus familias, de las que son el principal sostén emocional.

Tengamos 7, 15, 25, 30, 40 o 70 años, nuestras madres, nos acompañan, brindándonos todo su amor, dedicación y sacrificio, como un faro de brillante luz, que nos guía por los mejores caminos.

Por ello, hoy en Colombia, las honraremos con nuestro más grande amor y gratitud y, les demostraremos cuantos las queremos por todas las cosas buenas que hacen, muchas veces con base en muchos sacrificios, por el bienestar de sus hijos e hijas.

Hoy, es un día para besar y abrazar a nuestras madres, para darles flores, hacerles regalos, pero a ellas no les importaría no recibir nada, puesto que el mejor regalo es sentir el enorme amor de sus hijos y, compartir en un día como este, en el que debemos expresarles, cuanto las queremos, en compañía de la familia.

Eso es lo que debemos hacer, expresarles con nuestras acciones, nuestro más gigantesco, pero sobre todo sincero amor, por todo lo que ellas nos han cuidado y protegido. A ellas, les debemos lo que somos y eso es algo muy difícil de pagar, pero la grandeza de todas las mamás del mundo, estriba en que ellas, nunca esperan una recompensa, sino solo sentirse amadas, por los seres que adoran: sus hijos e hijas.

Disfrutemos entonces de este Día de la Madre en paz y con mucha alegría y amor, por el ser más hermoso de la creación, al que le debemos todo lo que somos. Que está celebración, sea sin excesos, a excepción del exceso de amor que le debemos tributar a todas nuestras madres.

Por eso, hoy, a una solo voz digamos: “Gracias mamá, por guiarnos siempre en la vida y enseñarnos a ser personas de bien”.