Carlos Santamaria

Colombia: ¿empresa productora de mercenarios?

Por: Carlos Santa María

Zelenski, dirigente del gobierno ucraniano (ya que actualmente perdió la condición de mandatario al no realizar elecciones y estar su periodo vencido), enfermizo en su codicia, drogadicción, insensibilidad humana, se ha planteado una guerra “hasta el último ucraniano”, es decir, eliminar incluso a la juventud y niñez de su nación.

Ahora que la ciudadanía no quiere combatir por la OTAN, utiliza la movilización forzada persiguiendo a los hombres, independiente de su edad y estado de salud, provocando una emigración inmensa solventándola con la utilización de una fuerza mercenaria como opción al no poseer las reservas necesarias.

Los mercenarios son pagados para matar personas, independientemente de ideologías, países, economías, contratados por agencias internacionales especializadas en intervenciones militares, como el caso de Blackwater en Venezuela, Haití, Sudán, cuyo negocio son contratos millonarios por proveer estos combatientes.

En países como Colombia (1), hay grandes sectores de población en pobreza absoluta e ignorancia de la realidad, sometidos a una oferta que les muestra esta actividad como lucrativa, segura, que les proporcionará el capital para vivir en condiciones de bienestar permanente.

Los Medios Masivos de Desinformación en nuestro país tienen una altísima responsabilidad, pues han ocultado a la gente que Ucrania es un infierno, que los mercenarios colombianos son carne de cañón, enviados a la muerte directamente, que su vida puede durar cuatro horas máximo en ese fuego devastador y que se enfrentan a un ejército considerado el más preparado del mundo por su fe y conocimiento en la batalla. Ello se ha ocultado siguiendo órdenes mediáticas de sus patronos.

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Nariño ha sufrido directamente esta situación afectando a familias humildes, creyentes, cuyos hijos fueron convencidos de ir al suicidio, sin conocer videos de compañeros, rogándoles desistir por la peligrosidad. Solo en Kursk, Zelenski retiró su fuerza élite y puso de carne de cañón a colombianos, falleciendo más de 900.

Informar la verdad es obligatorio. Solicitar al gobierno exponer esta cruel problemática es decisivo.

(1) Cómo Colombia se convirtió en un proveedor de mercenarios para todo el mundo – RT