Un fuerte vendaval sacudió la tarde del sábado la zona rural del municipio de Tumaco, en el corregimiento de La Guayacana, a la altura del kilómetro 78, dejando una estela de destrucción y profunda angustia entre sus habitantes.
Daños
El fenómeno natural, que se presentó con una fuerza inusitada, arrasó con techos, colapsó viviendas y destruyó estructuras en construcción, afectando gravemente la cotidianidad de cientos de familias.
Según reportes preliminares, al menos 144 viviendas resultaron afectadas por la fuerza del viento, dejando cerca de 500 personas damnificadas, entre ellas niños, adultos mayores y familias enteras que hoy se encuentran a la intemperie.
El vendaval también dejó dos personas heridas, aunque, por fortuna, no se reportan víctimas fatales hasta el momento, sin embargo, las pérdidas son cuantiosas y por ello se ha hecho el urgente llamado a las autoridades.
Angustia
Horacio Rodríguez, uno de los damnificados, relató la angustiosa experiencia que vivió junto a su familia. “Muchas de las casas quedaron sin techo debido a la fuerza de este vendaval. Fue impresionante, fue muy rápido, no hubo tiempo de proteger nada.
“Solicitamos el apoyo de las autoridades locales, regionales y nacionales porque hemos quedado en la nada”, expresó con evidente preocupación el habitante, no siendo para menos pues la situación requiere la pronta intervención.
La comunidad, aseguró no haber presenciado antes un vendaval de tales proporciones en esta zona. “Nunca había pasado algo así en La Guayacana. Estábamos desesperados. No sabíamos cómo actuar ante una emergencia de este nivel”, expresó otro de los vecinos afectados.
Llamado
La situación ha generado un clamor colectivo de ayuda urgente. La comunidad pide la intervención inmediata de la Alcaldía de Tumaco, la Gobernación de Nariño y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
“Necesitamos carpas, alimentos, colchonetas, ropa, kits de aseo. La mayoría de nosotros lo perdió todo. Hay niños y ancianos que no tienen ni una cobija”, insistió otro de los habitantes damnificados.
La emergencia también ha puesto en evidencia la falta de preparación y mecanismos de respuesta frente a desastres naturales en sectores rurales de Tumaco, donde la infraestructura es débil y las vías de comunicación son limitadas.

