En una serie de operativos estratégicos llevados a cabo por la Policía Nacional, a través de su Seccional de Investigación Criminal, y bajo la coordinación de la Fiscalía General de la Nación, se logró una importante victoria contra el crimen organizado en el departamento de Nariño. En menos de 24 horas, se logró la captura de dos personas preliminarmente identificadas como alias Chacal y ‘Patrón’ y la incautación de un arsenal de guerra que estaba siendo transportado con destino a las estructuras criminales que operan en la región.
El primer operativo tuvo lugar en la ciudad de Pasto, donde agentes de la Policía sorprendieron a dos individuos en un vehículo de servicio público. Los sujetos estaban transportando 2.800 cartuchos de calibre 5.56 milímetros, un material bélico de alta peligrosidad que, según las primeras investigaciones, estaba destinado a los grupos armados ilegales que operan en municipios como Samaniego. Este hallazgo representaba una amenaza directa tanto para la seguridad de la fuerza pública como para la de la comunidad civil, que se encontraba en constante riesgo debido a la actividad de estos grupos.
En una operación paralela, realizada en el municipio de Pupiales, se logró desmantelar un depósito de armas de guerra en una zona rural del área. Entre los elementos incautados se encontraba un fusil calibre 5.56 milímetros con mira telescópica y bípode, un arma de alta precisión con un alcance de hasta 400 metros. Además, se confiscaron tres pistolas calibre 9 milímetros, dos escopetas Mossberg y un revólver de fabricación artesanal, junto con más de 600 cartuchos de diferentes calibres.
Este golpe contundente afecta gravemente las capacidades logísticas de las estructuras criminales que operan en Nariño, al desbaratar parte de su armamento pesado y municiones. La Policía Nacional y la Fiscalía destacaron que estos operativos son parte de una estrategia más amplia para debilitar las redes criminales que operan en la región, las cuales, según las autoridades, utilizan estos recursos para perpetuar actos violentos y generar caos en varias zonas del departamento. El operativo resalta también la creciente cooperación entre las autoridades locales y nacionales para frenar la expansión de los grupos ilegales que han azotado históricamente a Nariño, un departamento que ha sido epicentro de conflictos armados y actividades ilícitas durante años. La captura de los individuos involucrados y la incautación de este arsenal de guerra representan un paso importante en la lucha contra el crimen organizado en la región
