Gran tristeza y consternación se viven en el municipio de Tumaco, Nariño, tras conocerse la trágica muerte de Libardo Rojas, un joven de 29 años, cariñosamente conocido por su comunidad como “Cheo”. Libardo fue asesinado el pasado Viernes Santo en aguas del Cantón de Esmeraldas, en Ecuador, mientras se encontraba de paseo en una lancha acompañado por un amigo comerciante de ese país.
Libardo, oriundo del sector Calle del Comercio – La Calavera (Comuna 3), se ganaba la vida dignamente transportando frutos de palma africana en su camión hacia distintas empresas palmicultoras del municipio de Tumaco. De carácter amable y trabajador incansable, era muy querido en su barrio por familiares, amigos y conocidos, quienes hoy lloran su inesperada partida.
Tragedia
Según pudo establecer este medio, Libardo aceptó una invitación de un amigo ecuatoriano para pasar unos días de descanso en el vecino país durante la Semana Santa. Fue en ese contexto en el que, el pasado viernes, emprendieron un paseo marítimo por la costa esmeraldeña en una lancha de propiedad del amigo extranjero.
El ambiente vacacional se tornó en tragedia cuando una segunda embarcación con sujetos desconocidos interceptó la lancha en la que viajaban. Portando armas de fuego, los individuos amenazaron a los ocupantes y les exigieron entregar el dinero en dólares que llevaban consigo. También intentaron apoderarse de la embarcación.
De acuerdo con versiones recogidas por las autoridades, Libardo se opuso al asalto, actitud que desencadenó una violenta reacción por parte de los asaltantes. Uno de ellos disparó en tres ocasiones contra el joven tumaqueño, quien perdió la vida en el acto. Mientras tanto, su acompañante ecuatoriano logró lanzarse al mar y nadar hasta la costa, escapando de los agresores.
Levantamiento
La lancha quedó a la deriva con el cuerpo herido de Libardo a bordo. Pasados algunos minutos, las autoridades ecuatorianas llegaron al lugar, donde encontraron el cuerpo sin signos vitales. Posteriormente, se realizaron los trámites de levantamiento y repatriación del cadáver, que fue trasladado de regreso a Tumaco.
El cuerpo de “Cheo” fue recibido con dolor por sus seres queridos en el barrio donde creció, y fue velado en su casa ubicada en la Calle del Comercio – sector La Calavera, donde vecinos y allegados se congregaron para despedirlo. Su sepultura está programada para este domingo, en medio de un ambiente de tristeza e indignación por la violencia que truncó su vida. La familia exige justicia y esclarecimiento de los hechos, mientras amigos y conocidos resaltan la calidad humana de Libardo, recordándolo como un joven comprometido, luchador y generoso.

