El asteroide Donaldjohanson: un fragmento del pasado del sistema solar

El pasado 20 de abril de 2025, la nave espacial Lucy de la NASA llevó a cabo su segundo encuentro con un asteroide, pasando a solo 960 kilómetros de Donaldjohanson. Este sobrevuelo permitió a los científicos analizar en detalle la composición y estructura del asteroide, revelando información valiosa sobre su formación y evolución.

Créditos: NASA.

Desde su lanzamiento en 2021, Lucy ha estado en camino a los troyanos de Júpiter, pero en su trayecto ha aprovechado para sobrevolar otros asteroides y probar su capacidad de observación. El encuentro con Donaldjohanson, al igual que el realizado en 2023 con Dinkinesh, sirvió como una prueba clave para perfeccionar los sistemas de la nave antes de su objetivo principal.

Lo que revelaron las imágenes

Las primeras observaciones desde la Tierra sugerían que Donaldjohanson tenía una forma alargada y un tamaño de aproximadamente 4 kilómetros. Sin embargo, las imágenes enviadas por Lucy confirmaron que su tamaño real es de 8 x 3,5 kilómetros, una diferencia significativa que ha cambiado la percepción que los científicos tenían sobre este cuerpo celeste.

Más impactante aún es su estructura. Donaldjohanson es un asteroide de contacto, lo que significa que está compuesto por dos cuerpos celestes que se fusionaron tras una colisión. Este tipo de estructura es poco común, y su descubrimiento aporta valiosa información sobre los procesos de impacto y fusión que ocurrieron en los primeros días del sistema solar.

El cuello rocoso que une ambas mitades del asteroide muestra diversas marcas de impacto, lo que sugiere que este proceso de unión ocurrió hace millones de años y ha sido modificado por colisiones posteriores. Este hallazgo también se observó en Dinkinesh, otro asteroide sobrevolado por Lucy en 2023, lo que sugiere que estos eventos han sido más comunes de lo esperado.

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¿Qué sigue para la misión Lucy?

Lucy continuará viajando por el cinturón de asteroides en 2025, con su próximo gran encuentro programado para agosto de 2027, cuando alcanzará Euríbate, uno de los asteroides troyanos de Júpiter.

Cada imagen y cada medición recopilada por Lucy permiten a los científicos reconstruir el pasado del sistema solar y comprender mejor cómo los asteroides y los planetas han evolucionado a lo largo de los milenios. Estos datos son cruciales no solo para la exploración del espacio, sino también para futuros proyectos de exploración humana en regiones del sistema solar aún desconocidas.

La NASA espera que Lucy continúe revelando hallazgos extraordinarios en los próximos años, ayudando a resolver algunos de los misterios más profundos sobre la historia del universo.