En momentos en que nos acercamos a la conmemoración de la Semana Santa, consideramos que una herramienta eficaz para la reactivación económica que tanta falta nos hace, luego de las numerosas crisis que hemos afrontado, es impulsar el turismo religioso en Nariño.
Nuestro departamento es un escenario propicio para explotar este sector turístico que en varias regiones del paìs, se dispara con motivo de los días santos que se avecinan. En efecto, tenemos una ciudad que, como Pasto, se vanagloria de poseer unos templos e iglesias de gran majestuosidad y belleza, dignos de ser visitados y sobre todo admirados, por los turistas.
También a menos de dos horas de Pasto, se cuenta con el imponente Santuario de Nuestra Señora de Las Lajas, un recinto religioso de primer orden, que atrae a miles y miles de turistas, no solamente durante la Semana Mayor, sino durante todo el año.
Además, tenemos en los municipios de San Pablo, Sandoná, El Tambo, entre otros, dignos de ser visitados, en desarrollo de esta temporada santa, otros atractivos turísticos, haciendo énfasis, que tanto en Pasto, Ipiales y en los municipios nombrados, no solo se tienen como grandes atractivos sus majestuosos recintos religiosos, sino que también se cuenta con la amabilidad y el calor de sus moradores, paisajes de ensueño y una exquisita gastronomía que hace las delicias de los visitantes.
Se ha hecho este preámbulo, para expresar nuestra satisfacción por la reciente realización en nuestra ciudad de Pasto, del Segundo Foro de Turismo Religioso, un evento que hace parte de la estrategia “Nariño, Tierra de Fe y Espiritualidad “, un espacio de diálogo y construcción colectiva, cuyo objetivo primordial, es el de posesionar a Nariño como uno de los más importantes destinos turísticos religiosos de Colombia.
De esta manera, nos complace saber que, en el marco de la jornada liderada por la Dirección Administrativa de Turismo, se expusieron a los asistentes, estrategias y herramientas, destinadas a posesionar a Nariño, como uno de los destinos turístico-religiosos màs importantes del país.
Nos estamos refiriendo a un proyecto, el cual debe contar con la decidida colaboración de las administraciones locales, naturalmente, el sector empresarial y la Iglesia Católica, al igual que diferentes entidades culturales y religiosas.
Para los objetivos que se buscan nos pareció acertado el que se haya tomado como modelo de eficiente gestión turística al municipio vallecaucano de Buga y su famosa Basílica del Señor de Los Milagros, puesto que en efecto, se trata de un recinto religioso que a través del tiempo ha alcanzado altas certificaciones de calidad, lo que ha contribuido a darle a la economía local un espectacular fortalecimiento, puesto que Buga aparece en estos instantes a nivel mundial como una de las ciudades más importantes en lo que tiene que ver con el turismo religioso. Se trata entonces, de un modelo que servirá como referencia para Pasto, Ipiales, San Pablo, El Tambo y Sandoná, municipios que se encuentran empeñados en lograr una importante participación en la ruta religiosa de Nariño.
En este orden de ideas, compartimos, el punto de vista, entregado en el foro, por el párroco del municipio de Ancuya, Edwin Hormaza Romero quien afirmó que “Debemos entender que el turismo religioso no se trata solo de centrarnos en una ‘máquina de fe’, sino que es un campo amplio que abre las puertas a diversas formas de espiritualidad y encuentro” y también consideramos que una buena delegación de Nariño, debe participar en el IV Congreso Nacional de Turismo Religioso, con lo que podrá darle a conocer al país, la riqueza turística, cultural y gastronómica del departamento.

