Durante un operativo de registro y control realizado por las autoridades en la comuna Centro, fue capturado un joven de 22 años que tenía en su poder 70 dosis de estupefacientes listas para su comercialización. El procedimiento se llevó a cabo en medio de las acciones de patrullaje preventivo que buscan combatir el microtráfico en sectores priorizados por sus altos índices de inseguridad y denuncias ciudadanas.
Los uniformados, al notar la actitud sospechosa del joven, procedieron a interceptar y practicarle una requisa. Fue en ese momento cuando hallaron entre sus pertenencias múltiples envoltorios con una sustancia que, según los primeros análisis visuales, correspondería a derivados de cocaína o drogas sintéticas. Sin embargo, el material fue incautado y enviado al laboratorio para su verificación científica.
Golpe a las redes locales de microtráfico
Aunque la captura fue individual, las autoridades consideran que representa un avance importante en la lucha contra las redes de microtráfico que operan en pequeñas escalas pero con amplio impacto sobre la seguridad de los barrios. Según fuentes oficiales, este tipo de vendedores suelen ser utilizados como «campaneros» o distribuidores en calles, parques y entornos escolares, lo que los convierte en piezas clave dentro de las estructuras ilegales.
El joven detenido fue trasladado a las instalaciones de la URI, donde quedó a disposición de la Fiscalía General de la Nación para avanzar con su proceso de judicialización. Podría enfrentar cargos por porte, tráfico y fabricación de estupefacientes, delitos que, dependiendo de la cantidad y la reincidencia, pueden llevar a penas de varios años de prisión.
Desde la Policía se reiteró que los operativos se mantendrán activos en las diferentes comunas del municipio, con especial énfasis en aquellas zonas donde se han detectado puntos de expendio, presencia de consumidores o actividades delictivas relacionadas con el tráfico de drogas.
Además, las autoridades hicieron un llamado a la comunidad para que sigan denunciando cualquier movimiento sospechoso, ya que muchas de las capturas e incautaciones recientes han sido posibles gracias a los reportes anónimos de los ciudadanos.
Este nuevo caso evidencia que el microtráfico sigue siendo una de las principales amenazas para la tranquilidad de los barrios, y que la articulación entre instituciones y comunidad es fundamental para frenar el avance de este delito silencioso que afecta de manera directa a jóvenes, familias y espacios públicos.