Policía asesinado durante una procesión de Semana Santa

Policía asesinado durante una procesión de Semana Santa

El asesinato del patrullero Andrés David Padilla Mejía durante una procesión de Semana Santa ha generado conmoción en el municipio de Lourdes, Norte de Santander, y en todo el país. El trágico hecho ocurrió el pasado sábado, mientras el joven uniformado, de tan solo 28 años, prestaba su servicio acompañando a los feligreses durante la tradicional ceremonia religiosa. Sujetos armados le dispararon en plena vía pública, causando pánico entre los asistentes.

A pesar de que el patrullero Padilla fue trasladado de inmediato a un centro médico en Lourdes y luego remitido a una clínica en el municipio cercano de Gramalote, los esfuerzos médicos no lograron salvarle la vida. Su deceso fue confirmado horas después, dejando un profundo dolor entre sus compañeros, familiares y la comunidad que reconocía su compromiso con la seguridad local.

Policía asesinado durante una procesión de Semana Santa

Siga leyendo:

El director de la Policía Nacional, brigadier general Carlos Fernando Triana, rechazó enfáticamente el crimen y anunció la conformación de un equipo especial de investigación para capturar a los responsables. Triana recordó que Padilla Mejía, oriundo de Cotorra (Córdoba), apenas llevaba dos meses en la institución, pero ya había sido condecorado por la alcaldía local debido a su destacada labor. “Paz en su tumba”, expresó el alto oficial en su pronunciamiento oficial.

loading...

Por su parte, la Alcaldía de Lourdes también emitió un comunicado donde condenó el acto violento y llamó a la ciudadanía a rechazar la violencia como forma de resolver diferencias. Enfatizó en la necesidad de fortalecer los valores de respeto, reconciliación y paz, especialmente en contextos tan simbólicos como las celebraciones religiosas. Las autoridades locales insisten en que estos actos atentan contra la convivencia y el tejido social de las comunidades.

Temas de interés:

Este lamentable suceso se suma a una preocupante serie de ataques contra miembros de la Fuerza Pública en regiones vulnerables del país, donde estructuras armadas aún ejercen presión sobre las comunidades. La Policía y el Gobierno Nacional han reiterado su compromiso con el esclarecimiento de los hechos y con la implementación de medidas de seguridad más rigurosas en eventos comunitarios y religiosos.