Los mitos de Semana Santa que se niegan a desaparecer

En Pasto, presenciamos la procesión del Domingo de Ramos, donde los ramos, fueron los protagonistas, al igual como ocurrió hace más de 2 mil años, cuando nuestro Señor Jesucristo, entró triunfante a Jerusalén y la multitud batió ramos en su honor. Precisamente con esta tradición de los de los ramos, queremos iniciar esta crónica de los mitos de Semana Santa que aún perduran en nuestro medio.

Los ramos benditos

No pierde vigencia la creencia de que los ramos benditos de la procesión del Domingo de Ramos, tenían la virtud de alejar las tempestades.

Pero tenían que ser ramos bendecidos por los sacerdotes, porque sí no lo eran, no servían de nada.  Entonces, el sistema a seguir, cuando alguna tempestad empezaba a asustar, era sencillo: simplemente se quemaba el ramo y listo, las tormentas y los rayos se alejaban, en una creencia que aún se mantiene en muchos sectores rurales del departamento de Nariño.

El diablo anda suelto

Luego de las 3 de la tarde del Viernes Santo, cuando Jesucristo ha muerto, el diablo aprovecha la ausencia de su mayor enemigo para venir a este mundo a hacer de las suyas. Es así como se afirma que se le vio bailando en una famosa discoteca de Pasto e igual historia se cuenta en Cali, sucesos que en su época ocuparon espacio en los medios de comunicación.

No a las relaciones sexuales

En las semanas santas de antes, los católicos evitaban desde el Lunes Santo, con énfasis el jueves y el Viernes Santo, las relaciones sexuales, puesto que el mito en ese sentido, era que las parejas se podían quedar pegadas, lo que en verdad podría ser una situación embarazosa-valga la expresión-sobre todo si se trataba de parejas clandestinas. Se trató de una creencia que llegó a ser bastante popular en Colombia, la que nace de considerarse que esa de acciones amorosas, se constituían en un pecado grave en Semana Santa.

Ligado al mismo mito tenemos que desde el Lunes Santo, las llamadas entonces casas de cita y burdeles, cerraban sus puertas e igualmente, las trabajadoras sexuales suspendían sus actividades, al considerar que ese irrespeto, a nuestro Señor Jesucristo, haría que le fuera mal a sus negocios, durante el resto del año.

Nada de música

El mito que sí se puede decir que desapareció casi en su totalidad, es que era pecado mortal, escuchar música durante la conmemoración de la Semana Santa, a excepción de la llamada música sacra o religiosa, que todas las emisoras  de esa época, programaban desde el Lunes Santo, dejando a un lado telenovelas y noticieros. Esto viene del llamado de la Iglesia Católica, en el sentido de que por ser una época de reflexión y oración, se le recalca a los fieles, que en la Semana Santa, se debe permanecer en silencio.

Peligro de convertirse en pez

Otra creencia de esta temporada religiosa que hizo carrera en el país, especialmente en las zonas rurales era que en especial, el Jueves y el Viernes Santo, era muy peligroso en ríos o lagunas, ya que se corría el riesgo de que, quien lo hiciera se convirtiera de inmediato en pez. Se trató de un mito que también se extendió al baño diario en las casas.

No subirse a los árboles

De acuerdo con los tradicionales mitos de Semana Santa, hay otra creencia en la que las personas también se pueden convertir en un animal, esta vez no en pez, sino en un mico. La cuestión es que, en los días santos, la gente, especialmente, los niños deben abstenerse de subirse a los árboles, puesto que en un momento dado podrían transformarse en un chango.  Se trata también de un mito pasado de moda, comenzando con que ya no hay muchos árboles en que treparse.

Prohibido vestir de rojo

Hasta hace algún tiempo, el color de “moda” durante los días de Semana Santa, era el negro, puesto que se suponía que se debía estar de luto por la muerte de Jesucristo.  Por lo tanto, los colores vivos no eran bien vistos y en especial, había prohibición por el color rojo. ¿La razón? Pues sucede que, a lo largo de los tiempos, al color rojo se le asocia con la lujuria, el pecado, las pasiones insanas y, lo que es más grave, con el mismísimo diablo, lucifer o satanás. Por ello, en los  días de Semana Santa, no se aconsejaba salir a la calle vestido de rojo, puesto que ello sería atraer al diablo, mito que ya quedó  totalmente obsoleto, puesto que ahora en estos días santos,  la gente se pone lo que le da la gana.

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Al fin ¿qué?

Otro de los mitos populares de Semana Santa, que aún persiste, es el referente a cortarse el pelo el Viernes Santo, pero lo malo es que, al respecto, las opiniones están divididas.  En efecto, la mayoría de la gente considera que cortarse el cabello, el dia en que murió Jesucristo, garantiza tener un cabello sano y largo, durante todo el año. Pero,  también son cantidades las personas que piensan que las cosas no son así  y dicen que cortarse el pelo el v Viernes Santo, lo que hace es atraer malas influencias.

Nada de carnes rojas

La Iglesia Católica dice que no se deben comer carnes rojas, el Miércoles de Ceniza, al comienzo de la Cuaresma, y el Jueves y el Viernes Santo.

Aunque hoy en día, en las semanas santas, la gente come lo que quiera, lo cierto es que el consumo de carne de vaca o cerdo y, de otras carnes rojas, disminuye de manera considerable, puesto que la Semana Santa, también es la semana del pescado, que es el producto que más se consume en esos días.

La hora fatal.

Todas las versiones históricas en tono a la muerte de Jesucristo, coinciden en afirmar que  el Hijo de Dios murió a las 3 de la tarde, hora en la que el mundo se oscureció y se dice que se produjo un terremoto. Por eso, en estos días santo, se dice que salir de la casa después de la mencionada hora, no es una buena idea,  ya que  podría atraer la mala suerte.

Semana para perezosos

Al parecer de acuerdo con este mito, la Semana Santa es para perezosos, puesto que se dice que en estos días no se debe hacer oficio. Esto incluye que no se debe barrer, puesto que “esto sería como barrer la cara de Cristo”, ni tampoco lavar ropa, puesto que esto llama a la mala suerte, aunque no hay una explicación coherente a esto. Tampoco se deben clavar clavos, ya que esto es recordar el sufrimiento de Jesús en la cruz y también se constituye en una forma de invocar al diablo.

Los anteriores son los mitos más famosos de Semana Santa, algunos son realmente absurdos, pero no podemos olvidar que, durante muchos años, se creyó firmemente en ellos y, todavía son miles las personas, que por sí acaso, no sostendrán relaciones sexuales durante estos días, ni tampoco se bañarán en un río. Uno no sabe.