Por amor al deporte. Por convicción. Por Nariño.
Así podría resumirse el propósito que hoy impulsa al secretario de Deporte de Nariño, Jhon Preciado, quien ha puesto en marcha una de las iniciativas más ambiciosas, humanas y esperanzadoras para el futuro del deporte regional: “Vamos por la de oro”, un programa que no solo busca medallas, sino transformar la vida de los atletas nariñenses.
Con los ojos puestos en los próximos Juegos Nacionales, Preciado tiene una meta clara: que los deportistas de Nariño dejen de competir desde la desventaja y empiecen a mirar de tú a tú a las potencias del país como Antioquia, Valle del Cauca o Bogotá. Pero para lograrlo, sabe que el camino no es solo entrenar más, sino entrenar mejor, con un enfoque integral, técnico, humano y emocional.
“Vamos por la de oro” es un programa que rompe esquemas. No se trata únicamente de uniformes nuevos o más horas en la pista. Se trata de construir una estructura multidisciplinaria que acompañe al deportista en cada paso: desde su preparación física, pasando por su salud mental, hasta su entorno social. Un equipo de fisioterapeutas, médicos deportólogos, psicólogos deportivos y trabajadores sociales trabajarán de manera articulada para que los atletas superen no solo sus marcas, sino también sus miedos, barreras y limitaciones.
El plan contempla seleccionar entre 50 y 60 deportistas, aquellos que ya tienen un desempeño cercano a las marcas nacionales y que serán escogidos a través de exigentes pruebas físicas y psicológicas. A ellos se les brindará patrocinio, seguimiento personalizado y un entorno de alto rendimiento que los prepare para competir sin complejos, con convicción, y sobre todo, con orgullo por representar a Nariño.
“Queremos que el talento de nuestros jóvenes no se quede en las ligas locales. Que lleguen lejos, que crean en ellos, que se midan con los mejores del país y que lo hagan sin miedo, con preparación, con ciencia, con respaldo”, afirma Jhon Preciado con emoción en la voz.
Este no es solo un proyecto institucional. Es un acto de fe. Una apuesta por creer que el esfuerzo, cuando se acompaña con amor y disciplina, puede cambiar destinos. “Vamos por la de oro” es el grito de batalla de una región que sabe que tiene con qué, y que hoy más que nunca, quiere brillar.
Porque detrás de cada corredor, cada nadador, cada gimnasta, hay un sueño. Y gracias a esta iniciativa, muchos de esos sueños comenzarán a despegar. Nariño no solo quiere estar en los Juegos Nacionales: quiere hacer historia. Y esta vez, irá con toda.