Luego de los grandes sufrimientos que le ha traído al departamento de Nariño, esta temporada de lluvias, nos parece que se deben redoblar las medidas de prevención para evitar más episodios lamentables como los que hemos afrontado en las últimas semanas en nuestro territorio.
La avalancha de El Encano y sus cuatro muertos, el cierre de la vía Panamericana por grandes deslizamientos, riesgo que a pesar de la apertura de la carretera permanece como una afilada espada, oscilando sobre la cabeza de los viajeros, los derrumbes e inundaciones en cerca de 40 municipios, con enormes pérdidas para los campesinos, todo esto es lo que nos ha dejado esta temporada de intensas lluvias, sin contar las incalculables perdidas económicas, a consecuencia de los màs de diez días, que duró cerrada la vía Panamericana, entre 35 mil y 65 mil millones de pesos, de acuerdo con las estimaciones de la Cámara de Comercio de Pasto.
Nosotros consideramos que la emergencia no ha pasado y, al contrario, a pesar de que ha cedido un poco, en cualquier momento se puede reactivar y agravar la, ya de por sí, delicada situación que vive el departamento.
No nos estamos refiriendo a un temor infundado. No, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales Ideam, ha vuelto a reiterar en sus más recientes reportes, que todavía hay mucha agua por caer en nuestro departamento de Nariño, por lo que sería una verdadera insensatez, el bajar la guardia, creyendo que el peligro ha pasado.
El riesgo sigue latente, puesto que el Ideam afirma que caerá agua de la buena, en los departamentos del Chocó, Cauca y Nariño, en tanto que en este fin de semana se esperan fuertes precipitaciones en gran parte del territorio nacional, con énfasis en Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla, además de Pasto y los municipios de la costa Pacífica nariñense.
Es cierto, que el clima está muy cambiado, pero nosotros le seguimos teniendo mucha confianza a nuestros científicos del Ideam y sí ellos, dicen que nos caerá agua, pues hay que creerles.
Además, debemos tener muy en cuenta, que, de manera histórica y casi cíclica, abril, el mes de las “lluvias mil” es sumamente lluvioso en el departamento de Nariño y en este caso, si revisamos los archivos referentes a las temporadas de lluvias en esta zona sur del paìs, tenemos que las mayores emergencias en el departamento, deslizamientos, derrumbes e inundaciones se han presentado en el mes de abril, con trágicos saldos de destrucción y muertes.
De allí, el nuevo llamado que hoy hacemos a la administración seccional y, a los alcaldes de los 64 municipios, para que mantengan plenamente activos sus planes de contingencia, puesto que, si bien es cierto, las lluvias se han espaciado, no se han ido y de acuerdo con los vaticinios de los meteorólogos, retornarán en cuestión de poco tiempo, con redoblada intensidad.
Ya estamos a las puertas de abril y ello nos debe mantener muy alerta a todos, en especial a las autoridades de cada uno de los municipios de Nariño, en especial los de nuestra costa Pacífica, que por sus situaciones especiales, muchos de ellos, rodeados de mar y ríos, afrontan con la intensidad de las precipitaciones, grandes riesgos de inundaciones.
Es obligación, entonces de nuestras autoridades y organismos de socorro, colocarse la camiseta de la prevención para hacerle frente a lo que posiblemente sea la segunda temporada de lluvias, una posibilidad que nos amenaza con nuevas emergencias, si no tomamos las precauciones del caso.