Tinku Huayna Lisos, narran sus experiencias en Bolivia

El Carnaval de Oruro, considerado uno de los mayores eventos folclóricos de América Latina, ha sido durante años un lugar de encuentro para artistas de todo el mundo. la agrupación Tinku Huayna Lisos Colombia, dirigida por Carlos Benavides, tuvo el honor de representar a Colombia, llevando el nombre de San Juan de Pasto a la capital del folclor latinoamericano.

El grupo mostró, a través de la danza del Tinku, su pasión y dedicación por la cultura, enfrentando desafíos logísticos y físicos mientras compartían su arte. A continuación, Carlos Benavides nos cuenta sobre los retos, la preparación, las experiencias vividas y las lecciones que se llevaron para su participación en el Carnaval de Oruro.

Con un año de preparación, ensayos rigurosos y la superación de varios obstáculos logísticos y físicos, Tinku Huayna Lisos Colombia demostró su pasión por la danza, el TINKU, y el arte en general, destacándose en un escenario tan prestigioso. No solo fue un desafío artístico, sino también un ejercicio de adaptación a las costumbres, el clima y la altitud de Oruro, que se encuentra a más de 3.700 metros sobre el nivel del mar. A lo largo de esta experiencia, los artistas no solo compartieron su arte, sino que también aprendieron de la cultura boliviana, lo que les permitió un enriquecedor intercambio cultural.

La participación en el Carnaval de Oruro no solo les permitió llevar el nombre de Colombia a este renombrado evento, sino también fortalecer el vínculo entre ambos países, compartir su visión del arte y la danza, y, por supuesto, abrir puertas para futuras colaboraciones

¿Cómo fue representar a Colombia en este importante evento?
Representar a Colombia en el Carnaval de Oruro fue una experiencia que, sin duda, no olvidaremos. Para nosotros, los artistas del sur, es fundamental salir de nuestras fronteras y mostrar al mundo lo que somos capaces de hacer. La preparación fue un factor clave para dejar en alto el nombre de la ciudad de Pasto y de Colombia en general. La oportunidad de presentar nuestra cultura y nuestro arte en un evento de tal magnitud fue algo impresionante. No solo fue un honor, sino también un reto muy grande, ya que sabíamos que teníamos la responsabilidad de representar no solo a nuestra agrupación, sino también a nuestra región y al país.

¿Qué retos presentaron al representar la cultura nariñense?

Los retos fueron muchos, y algunos fueron más complicados de lo que imaginábamos. En primer lugar, las diferencias en la alimentación y las costumbres entre los dos países fueron un desafío. A pesar de ello, como equipo nos ayudamos mutuamente y supimos adaptarnos a los cambios. El reto más grande fue la altitud de Oruro, que está a unos 3.700 metros sobre el nivel del mar. Esto afectó nuestra resistencia física, ya que la falta de oxígeno hizo que las demandas energéticas fueran mucho mayores. Además, el clima también presentó dificultades, ya que las lluvias inesperadas fueron un factor que complicó los ensayos y algunas presentaciones. A pesar de todo, nos mantuvimos firmes, ya que la motivación y la unidad como equipo fueron mayores que los obstáculos.

¿Cómo fue la preparación para este evento tan importante?

La preparación comenzó en mayo de 2024, y la verdad fue un proceso largo y exigente. Desde el principio, tuvimos la suerte de contar con el apoyo de la matriz boliviana, lo que nos permitió crear las coreografías y ensayar con ellos para asegurarnos de que todo estuviera listo para el evento. En total, la preparación se extendió por casi un año, durante el cual tuvimos que realizar ensayos adicionales para pulir cada detalle. Cada aspecto de la presentación, desde la música hasta los movimientos de la danza, fue ensayado incansablemente para lograr una puesta en escena de calidad. La dedicación fue total, sabíamos que teníamos que dar lo mejor de nosotros para cumplir con las expectativas del público y dejar bien representada nuestra cultura.

¿Qué parte de la cultura boliviana les impactó más?

Lo que más nos impactó de la cultura boliviana fue la conexión que tienen con sus raíces ancestrales, especialmente con las influencias de los pueblos indígenas como los aymaras e incas. Fue fascinante ver cómo sus danzas, su música y sus costumbres están tan enraizadas en su identidad, algo que se refleja en el Carnaval de Oruro. Nos sentimos muy identificados con ellos, ya que en Nariño también compartimos esa fuerte influencia de las culturas indígenas. Además, aprendimos a valorar más nuestras propias tradiciones y nos dimos cuenta de lo similar que es la conexión de los pueblos de los Andes con la naturaleza y la vida cotidiana.

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¿Alguna experiencia que resaltes de tu viaje?

Hay una experiencia que siempre recordaré con cariño: cuando viajamos al Salar de Uyuni, en Bolivia. Es un lugar único en el mundo, y lo que más me impresionó fue el efecto visual que se produce cuando el agua cubre el salar. El reflejo del cielo en el agua crea una imagen surrealista que es difícil de describir con palabras. Es un lugar de belleza indescriptible y una experiencia que nos dejó una huella profunda no solo por su paisaje, sino también por la paz y la serenidad que transmite. Fue un momento de conexión con la naturaleza y con la cultura boliviana que marcó nuestro viaje.


La participación de Tinku Huayna Lisos Colombia en el Carnaval de Oruro 2025 fue un verdadero éxito para la cultura colombiana, y en especial para la cultura nariñense. Carlos Benavides y su grupo demostraron que la danza y la música no tienen fronteras, y que San Juan de Pasto tiene un lugar en el escenario internacional. A pesar de los retos físicos y logísticos, la agrupación logró representar con orgullo a Colombia en un evento de tal magnitud, y ya están pensando en su participación en el próximo Carnaval de Oruro. Con la vista puesta en el futuro, el director de la agrupación invita a más bailarines de Pasto y otras regiones del país a unirse y formar parte de este proyecto cultural que sigue creciendo y llevando lo mejor de nuestra tradición a nuevas audiencias.

Experiencia

Este evento ha servido como una plataforma para fortalecer la presencia de la cultura nariñense en el escenario internacional, y ha abierto nuevas oportunidades para los artistas de la región. Además, la experiencia adquirida por la agrupación será clave para su participación en el Carnaval de Oruro 2026, un evento al que ya están preparando con más entusiasmo y compromiso. El director de la agrupación, Carlos Benavides, extendió la invitación a otros bailarines y artistas de Pasto y de todo el país a unirse a esta experiencia única, que no solo celebra la riqueza cultural de nuestra región, sino que también abre puertas para el fortalecimiento del turismo cultural y el intercambio artístico. TINKU HUAYNA LISOS COLOMBIA continuará trabajando para seguir llevando el nombre de Colombia al mundo, demostrando que la música y la danza son una poderosa herramienta para conectar corazones y construir puentes de entendimiento y respeto entre las culturas.