Cuando creíamos que hoy íbamos a tener paso normal por la vía Panamericana, la naturaleza le volvió a jugar una mala pasada al departamento de Nariño, con la ocurrencia en las últimas horas de un nuevo derrumbe presentado en el kilómetro 41 de la vía Panamericana, lo que llevó al Instituto Nacional de Vías-Invias-a ordenar el cierre total del tramo entre los sectores de Cano y Mojarras.
Esto quiere decir que volvemos a estar como estábamos en los últimos días o, sea, totalmente aislados del paìs, lo que representa un gravísimo detrimento para la economía de nuestro departamento, con el agravante de que todavía no se sabe con certeza, cuando tiempo más deberá permanecer bloqueado el paso en esta importante vía del orden nacional.
Con el deslizamiento que se acaba de producir en la vía, ya son tres los fenómenos de esta clase, que se han presentado en esta carretera en lo que va transcurrido de esta semana, lo que muestra la gravedad de la situación en la que se están presentando graves perjuicios en lo relacionado con la llegada y salida de los productos de primera necesidad, en especial los que hacen parte de la canasta familiar.
Por ello, nos preocupa mucho el que según la resolución No. 00766, recién emitida por Invias, el cierre se mantendrá hasta que un grupo de especialistas realice una inspección detallada, mediante la cual se pueda establecer si el área es segura para el tránsito.
Por lo pronto tenemos que decir que hoy, el área no es nada segura, como lo pudieron comprobar algunos conductores, quienes, desesperados por continuar sus viajes, se dieron al trabajo de remover algunas de las rocas caídas, pero esto lo que hizo fue provocar más deslizamientos. De allí, la incertidumbre que hoy se vive en la zona, puesto que, por ahora, resulta difícil, vaticinar cuánto tiempo más se tendrá que esperar para que se pueda despejar la vía Panamericana, ya que por ahora la situación que se vive, se constituye en un verdadero riesgo para transeúntes y conductores.
Nuestro departamento de Nariño, vive este drama, desde el pasado 13 de marzo, cuando se presentó el primer deslizamiento, lo que fue la causa para que se empezará a presentar en la ciudad de Pasto un desabastecimiento de los productos más esenciales, como la gasolina, el gas y los alimentos.
Vuelve el departamento de Nariño a enfrentar la delicada problemática de la escasez que ya causó racionamiento de gas y de alimentos, a la vez que el sector campesino local, se ve seriamente afectado por la imposibilidad de sacar hacia el Cauca y el Valle, los productos que se envían a las mencionadas regiones desde nuestro terruño.
Nos enfrentamos entonces a un puente de San José lleno de angustia e incertidumbre, en medio de unas pérdidas materiales incalculables, las que nunca se podrán recuperar. Igualmente, para dar una idea de la gravedad de la situación que se vive en estos instantes en Nariño, tenemos las declaraciones del gerente del Terminal de Transportes de Pasto, quien señaló que desde el comienzo de la emergencia hace una semana, la movilización de pasajeros se ha reducido en un 80 por ciento, lo que muestra con claridad la gravedad de la situación.
Ahora, el anuncio del nuevo cierre en la vía Panamericana, nos deja todos en medio de una enorme preocupación e incertidumbre, ya que la temporada de lluvias no cede y todavía no sabemos a qué atenernos, en torno a cuánto tiempo más durará esta segunda parte del aislamiento.
Mientras tanto, otra vez ronda por las calles de la ciudad de Pasto, el fantasma del desabastecimiento, que ya nos empieza a asustar a todos.

