Cuando todo apuntaba a un 1-2 de McLaren en la clasificación del GP de Japón, apareció el de siempre: MAX VERSTAPPEN. Con un Red Bull inestable y difícil de manejar, el neerlandés se sacó una vuelta de antología para clavar un 1m26s983, récord de pista, y quedarse con su pole número 41 en la F1. Ni Norris (a 12 milésimas) ni Piastri (a 32) pudieron con la genialidad de un Max que sacó agua de las piedras
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