Por Mauricio Fernando Muñoz Mazuera
El final de una era en los medios de comunicación tradicionales se acerca, lo que paso con Todelar ya se venía cocinando desde hace ya bastante tiempo. Recordemos que el 31 de julio de 1953, en Cali, los hermanos Bernardo y Jaime Tobón de la Roche fundaron la emisora con el acrónimo de sus apellidos, Todelar, con una programación inédita: música alternada con noticias y con el clásico logo del “lorito”; era una época diferente, en donde todo era novedad para un país que poco a poco dejaba su ruralidad para comenzar a concentrar habitantes en lo que serán después, las grandes ciudades de Colombia.
El formato de la radio ha permitido construir esta nación, ha acompañado a los Colombianos desde el año 1929, cuando se inauguró la primera estación de radio del país, la HJN. Este medio de comunicación estuvo presente en momentos importantes de nuestra historia, no podemos olvidar la trascendencia por ejemplo, de Radio Sutatenza, emisora que emitió programas educativos y culturales entre 1947 y 1989, siendo galardonada con innumerables premios a nivel internacional. La radio estuvo al pie del cañón en momentos inolvidables: la llegada del primer hombre a la luna, la obtención del nobel de literatura por parte de Gabriel García Marquez, los triunfos de “Kit” Pambele, “Cochice” Rodriguez, Favio Parra y Lucho Herrera, sin olvidar momentos trágicos como la avalancha de Armero, el terremoto en Popayán, la toma del Palacio de Justicia o el “robo godo de las elecciones” entre otros, se hicieron cercanos a los nacidos en estas tierras por medio de la radio.
La radio esta “herida de muerte” por varios factores, en primer lugar, poco a poco ha perdido el nicho de radioescuchas que la consumen, por ejemplo, antes, usted podía comprar una radio o una grabadora, ahora, este es un artículo vintage, propio para coleccionistas, sin olvidar que, cuando se logra conseguir una radio, esta ya no tiene incorporada la banda A.M, afectando considerablemente el público objetivo de sus contenidos.
Por otro lado está, la que yo me atrevo a llamar “democratización de los medios de comunicación” impulsada por fenómenos como la llegada de las redes sociales y la pandemia, que dio un espaldarazo a muchos para que comenzaran a generar todo tipo de contenido para plataformas digitales, y todo esto porque había un público ávido de consumir el mismo, entonces hoy tenemos programas en todos los formatos y para todos los estilos, rayando incluso en el sarcasmo de “hablar por hablar” y aun así, se tendrá público interesado en consumir dicho producto. Unido al factor tecnológico encontramos un hecho que se me quedó grabado en la cabeza, corría el año 2012, y yo estaba apoyando desde la parte de medios de comunicación, una campaña política, una vez necesitábamos un programa emitido precisamente en Todelar, pero no podíamos ir a la emisora, así que se pidió la posibilidad de escuchar el programa en el real audio o similar, situación que fue respondida de forma negativa, pues, en esa época, aun la emisora no se unía a dicha plataforma, en pocas palabras, la tecnología con la que estaba funcionando estaba siendo relegada.
Tampoco podemos dejar de lado que la financiación económica hace casi imposible mantener un medio de comunicación como la radio… que ironía, muchos de los empresarios y políticos que fueron a llorar a las instalaciones de Todelar el pasado 14 de marzo, fueron los que económicamente nunca aportaron para su sostenimiento, o si lo hicieron, fue con migajas. El fin de una era se aproxima, los recuerdos y las enseñanzas quedan, y con ellas, el llamado a los nuevos comunicadores sociales a no dejar perder el legado de generaciones, es hora de transformar.

