Por: Rober Atis Bernal
En la ciudad de Pasto, cada vez aumenta la movilidad de las motocicletas que en su mayoría las utilizan para trabajar. Son más conocidos como mototrabajadores, incluso hasta arman sindicatos tratando de demostrar como si fuera un transporte legal, lo cual sabemos que no es así.
Pero, el problema que se presenta, es la falta de cultura ciudadana por parte de unos cuantos conductores de estas motos que son intolerantes, no se les puede decir nada porque de inmediato se lanzan a los insultos, y hasta sacan cuchillos.
Otro de los inconvenientes que existe con este transporte que prestan de manera ilegal, es la falta de documentación. Es decir, en su mayoría transitan sin ningún documento y por tratar de evadir de las autoridades se movilizan invadiendo el espacio público, zonas verdes y no respetan las señalizaciones.
Es cierto, que les dan una oportunidad para rebuscar recursos y poder llegar con algo a sus casas, pero deben ser los primeros en ayudar a generar cultura ciudadana, a que haya respeto por las normas de tránsito.
Estos conductores transitan a grandes velocidades y se van por encima de todos con tal de llegar a su lugar de destino o por evadir de las autoridades porque no tienen la documentación que exige el Código de Tránsito a nivel nacional.
Pasto, siendo toda una capital, es una ciudad muy desordenada, nadie respeta nada, mientras que las autoridades no ayudan a controlar, pese a que hay una restricción en el centro, los mototrabajadores hacen caso omiso.
Las infracciones son el pan del día, y los funcionarios no hacen respetar las leyes, están interesados en subir motos a las grúas y continuar con los comparendos, deberían es iniciar con las campañas de prevención para educar a la cantidad de conductores de motos.
Estas personas saben que es un transporte ilegal que prestan, no solo en Pasto, sino también ocurre en otras ciudades del país, pero por lo menos deberían es respetar el paso peatonal.
En este año, se abrió el camino de las campañas políticas, donde los candidatos, aprovechan a decir cualquier barbaridad con tal de conseguir votos. Estos políticos se aprovechan de los sindicatos, principalmente el de los mototrabajadores que les prometen legalizar el servicio que prestan.
Los políticos les prometen cielo y tierra a estas personas, sabiendo que no lo cumplirán porque el servicio que prestan no es autorizado por el Ministerio de Transporte.
En fin, de cuentas, los funcionarios de la Secretaría de Tránsito en Pasto, deben sensibilizar a esta clase de conductores de motos que no respetan la ciudad, incluso ni la vida de ellos ni la de los parrilleros. Se debe crear espacios o campañas preventivas para evitar la accidentalidad y disminuir las infracciones.

