El presidente ruso, Vladimir Putin, ha respondido con cautela a la propuesta de alto el fuego impulsada por Estados Unidos en el conflicto de Ucrania. Aunque calificó el plan como “grandioso y correcto”, impuso nuevas condiciones que resultarían inaceptables para Kyiv, lo que sugiere que intenta ganar tiempo mientras sus tropas fortalecen su posición en el campo de batalla.
La estrategia de Putin y la postura de Trump
Putin no rechazó abiertamente la propuesta de Donald Trump, pero su respuesta refleja la clásica táctica diplomática rusa: prolongar las negociaciones para mantener ventaja estratégica. Mientras tanto, el expresidente estadounidense, ansioso por una victoria diplomática que le otorgue reconocimiento global, ha mostrado un marcado optimismo, pese a las condiciones impuestas por Moscú.
Trump, quien ha expresado su deseo de restablecer relaciones con Rusia, ha sido criticado por su aparente indulgencia con Putin. Su administración ha interrumpido ayuda militar clave a Ucrania como medida de presión sobre Volodymyr Zelensky para que acepte un cese al fuego inmediato, lo que ha generado preocupación entre aliados europeos.
Condiciones de Rusia y preocupaciones internacionales
Moscú insiste en abordar lo que denomina “las causas profundas” del conflicto, lo que implica el reconocimiento de su control sobre Crimea y las regiones ocupadas en el este de Ucrania. También exige la retirada de tropas de la OTAN de países del antiguo bloque soviético, como Polonia y Rumania, demandas que resultan inaceptables para Occidente.
Mientras Trump busca proyectar su capacidad de negociación global, analistas advierten que Putin podría estar manipulándolo para obtener concesiones estratégicas sin comprometerse realmente con la paz. La incógnita es si el exmandatario estadounidense logrará negociar con Putin o si, una vez más, el líder ruso lo llevará a jugar bajo sus reglas.

