La consulta popular anunciada por el presidente Gustavo Petro en defensa de sus reformas sociales ha comenzado a tomar forma, con sectores afines al Gobierno impulsando la recolección de apoyos. Sin embargo, la viabilidad de alcanzar los 13 millones de votos necesarios para que prospere sigue en duda, considerando que este número es incluso mayor al que el mandatario obtuvo para ganar la Presidencia y que experiencias previas han demostrado la dificultad de superar el umbral en este tipo de mecanismos.
El análisis de Benedetti
El ministro del Interior, Armando Benedetti, en diálogo con El Espectador, afirmó que la iniciativa tiene “mucho asidero” y que, si se toman en cuenta las encuestas, se podría proyectar entre 7 y 8 millones de votos asegurados. “Sumados a la clase obrera, que no tiene nada que ver con los sindicatos y pensaría uno que quiere que se mejoren las condiciones laborales, darían para pensar que estarían los resultados”, explicó el funcionario.
Benedetti reconoció que la consulta podría impactar directamente la gobernabilidad de Petro, sobre todo en este año preelectoral, pero negó que sea un intento de promover una constituyente, como han señalado sectores de la oposición. “El presidente ganó con esto en su programa y con las propuestas sociales, pero hay ocho senadores que quieren de forma intempestiva, casi que por asalto, frenar la discusión”, agregó.
Movimientos en el gabinete
El ministro del Interior también se refirió a los recientes cambios en el gabinete, señalando que aún no se ha definido quién asumirá el liderazgo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, tras la salida de Luis Carlos Reyes. Por el momento, la superintendente de Industria y Comercio, Cielo Rusinque, ocupa el cargo de manera interina.
Benedetti aseguró que la falta de una designación oficial se debe a la ausencia de una “buena hoja de vida” para el puesto, desmintiendo que existan negociaciones políticas en curso para la designación del nuevo ministro.
La conformación del gabinete sigue generando expectativas, ya que el Gobierno busca fortalecer su representación partidista en la Casa de Nariño para garantizar apoyos legislativos. No obstante, el propio presidente Petro ha expresado que el llamado “acuerdo nacional” no pudo concretarse porque los partidos esperaban que su administración “se arrodillara” ante sus exigencias.