En el barrio Las Lunas, la comunidad está profundamente preocupada por la creciente presencia de viviendas que se utilizan para el expendio de sustancias ilícitas. Vecinos del sector, encabezados por Dario Moreno, afirman que la situación se ha agravado con la llegada de migrantes venezolanos, incluidos padres con bebés, quienes, según Moreno, se encuentran involucrados en actividades delictivas que exponen a los menores a entornos peligrosos.
Dario Moreno, residente del barrio, señala que algunas viviendas aún funcionan como puntos de venta de estupefacientes. La llegada de migrantes venezolanos, señala, ha incrementado la complejidad del problema, ya que, además de verse envueltos en actividades ilícitas, algunos de estos migrantes, junto a sus hijos pequeños, viven en condiciones vulnerables que aumentan su riesgo.
Argenis Rodríguez, otra residente del barrio, subraya que la situación ha escalado a niveles insostenibles y que es urgente intervenir. Los residentes expresan una gran preocupación por la presencia de menores en estos entornos tan peligrosos, lo que ha generado una creciente sensación de desprotección. Según Rodríguez, la comunidad pide a las autoridades tomar medidas inmediatas para garantizar la seguridad de todos, especialmente de los más vulnerables.
La colaboración entre las autoridades locales y la comunidad es crucial para encontrar una solución integral a esta problemática. Los vecinos también han destacado la importancia de ofrecer apoyo y recursos a los migrantes en situación de vulnerabilidad, para que no caigan en la espiral de violencia y delitos que afecta al barrio. Las autoridades locales han sido instadas a actuar con firmeza para erradicar el expendio de estupefacientes en la zona y restaurar la tranquilidad en el barrio Las Lunas.

