Por: Manuel Eraso
Ismael Botina popular maestro Buchón dentro de sus andanzas por arriba y por abajo, se encontró con una comadre llamada doña Inocencia Peregrina, llorando y gimiendo en un valle de lágrimas, porque de la noche a la mañana aparece como dueña de un predio que ella nunca había comprado y maestro Buchón la regañó, le dijo, que en vez de llorar debería estar bailando en una pata, debe ser un regalo por su virginidad- sin embargo la cosa no es tan sencilla. La humilde dama está metida en una sin salida judicial, por la siguiente razón:
Cuando funcionó la pirámide captadora D.R.F. metió unos ahorros del mercado- 500 mil para ser exactos- nunca obtuvo rendimientos y en esas se cayó la pirámide. Llegaron abogados a endulzar la píldora y cobraron dinero para demandar ejecutivamente. La comadre otorgó poder, la demanda se instauró ante juzgado, los abogados le cayeron a un inmueble que estaba a nombre de Carlos Suarez representante legal de la captadora DRF. El juzgado hizo efectiva la medida cautelar y embargó esa propiedad, pero, igual que a doña Inocencia Peregrina, les ocurrió a miles de denunciantes reclamantes. El tiempo pasó, salieron las sentencias y ahora la señora aparece como dueña de un bien inmueble, ubicado en pleno corazón comercial o de la ciudad de Pasto, se trata del tercer piso del Edificio de la Beneficencia. En la Oficina de Instrumentos públicos, aparecen 830 dueños de ese mismo predio. Es decir a cada uno le corresponderá una baldosa, a otros una puerta, una bisagra, un grifo. ¿Se imaginan? 830 propietarios de un predio de 300 metros cuadrados.
Hasta aquí no hay mayor inconveniente, pero, el asunto se complica, cuando la comadre tiene que sacar un documento de paz y salvo predial. En la Secretaria de hacienda municipal le advierten que mientras los 830 dueños, no se pongan de acuerdo y paguen ese impuesto, no le pueden otorgar paz y salvo. O todos, o ninguno.
El paz y salvo predial, se requiere cada vez que un ciudadano vende o compra bienes inmuebles; se requiere cuando se contrata con el municipio donde esta localizado el inmueble; para este caso a Doña Inocencia Peregrina la habían nombrado de barrendera, en la alcaldía de San Nicolás.
Sin ese documento, no podrá posesionarse y pierde esa oportunidad de trabajo en este tiempo tan complicado.
El fantasma del DRF sigue apareciendo, desde la ciudad de Cali, reportan que un Centro Comercial ubicado al sur , tiene nada menos que 22 mil dueños.
La comadre apenas ahora se da cuenta de este chicharrón. Y así como ella, tanta gente que no se ha enterado.
Ahora, los damnificados metidos en estos lios, no pueden vender ni comprar bienes sometidos a registro; no podrán contratar con el municipio, ni podrán posesionarse en cargos burocráticos.
Dicen que por las noches aparece en ese predio, un fantasma contando billetes y otro vendiendo puestos en la fila del DRF.
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