La Plaza de Nariño, sede de los medicamentos milagrosos

Si por estos días, usted se ha sentido cansado, sin ganas de nada, inclusive de hacer una de las dos cosas que más le gusta en la vida y de ñapa le duele la cabeza y los huesitos y no tiene mucha plata para gastar en medicamentos, mi consejo es que se vaya a la Plaza de Nariño, donde es posible encontrar remedios milagrosos, que, según sus vendedores, lo dejarán como nuevo, a precios increíblemente bajos.

Veamos. En el centro de la plaza, se consiguen las pastillas de jengibre y miel, que de acuerdo con la grabación que rueda todo el día, combaten la jaqueca y el mareo, son buenísimas para la tos y la irritación de la garganta, refuerzan el sistema inmunológico y son muy efectivas contra las enfermedades causadas por virus, razón por la cual, el jengibre fue muy buscado durante la pandemia de la Covid-19. Se consiguen al lado de Don Antonio Nariño, quien al parecer también las consume para controlar algunas posibles infecciones que le podrían causar los permanentes recuerdos que le dejan las palomas.  Y saben cuánto cuestan las pastillas de jengibre: solo 2 mil pesitos, un precio súper barato para recuperar la energía y que se le levante el ánimo.

Sí su problema es que le duelen las articulaciones, también se le tiene su remedio en la Plaza de Nariño.  En una de las esquinas se consigue la pomada de coca y marihuana, que no es para inhalarla o fumarla, sino para untársela y santo remedio.

Pero si tiene callos y verrugas también consigue un líquido que se los tumba en un dos por tres. Solo es que se los unte unos tres días seguidos ¡y, listo el pollo!

Lo único que me preocupa un poco, es que, la grabación de la propaganda, dice que también ese medicamento le tumba la mecha, por lo que yo, que ando con un callo que casi no me deja caminar, he preferido no correr riesgos. No vaya ser que, en lugar de tumbarme el callo, me vaya a tumbar otra cosa y eso sí sería grave.