Puede ser que al señor presidente de la República, Gustavo Petro no le interese tener relaciones con Estados Unidos, pero el mandatario nacional, parece olvidar que ese país es el principal socio estratégico de Colombia y recibe una cuarta parte de nuestras exportaciones, especialmente en petróleo, café y flores.
Al parecer el mandatario nacional se olvidó de lo que representa ese paìs para nosotros cuando pasadas las 3 de la madrugada, hora en la que generalmente la mayoría de las personas normales estamos dormidos, desafió al presidente Donald Trump al negar el permiso para que aterrizaran en Colombia dos aviones que transportaban repatriados.
Como era de esperarse, la actitud de Petro, hacia el recién posesionado presidente Trump hizo que este reaccionara de mala manera contra nuestro paìs, en lo que se constituyó en una verdadera pesadilla y un tremendo susto para nuestra economía, ante el anuncio de la imposición de aranceles del 25 hasta el 50 por ciento al ingreso de todos los productos colombianos a Estados Unidos.
Fue un anuncio que por poco hace morir del corazón al presidente de la Federación Nacional de Cafeteros, Germán Bahamón, puesto que Estados Unidos es el primer socio comercial de Colombia en lo que tiene que ver con este producto con un 40 por ciento de las exportaciones, lo que significa para el país más de mil cien millones de pesos, en tanto que ante el anuncio del señor Trump, más de medio millón de familias que en nuestro país viven de este producto, se pusieron a temblar.
Igualmente, con su desafió de las 3 de la mañana, que ocasionó la airada respuesta del presidente Trump, Petro, provocó un pánico aterrador, al sector floricultor colombiano, que es el mayor exportador de flores de América y el segundo en el mundo, siendo precisamente Estados Unidos, el principal destino con un 79,7 por ciento.
Por ello, con ese trasnocho, el mandatario de los colombianos, puso en peligro la celebración en Norteamérica, del Día de San Valentín, el próximo 14 de febrero y, de paso, también le quitó el sueño a 250 mil personas que en diferentes partes del paìs, generan su sustento de la floricultura. Lo mismo ocurrió en el sector petrolero, donde Estados Unidos es uno de nuestros principales compradores de hidrocarburos, lo que hubiera significado otro enorme daño para nuestra economía.
Por lo pronto, aunque este incidente diplomático, el más grave en la historia de las relaciones entre los dos países, entró en vía de solución, todavía causa una profunda inquietud. En efecto, varios dirigentes políticos, como el exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, no vacilaron en calificar la actitud de Gustavo Petro, como de irracional e irresponsable y se teme que, a futuro, el mandatario colombiano, sea protagonista de otro exabrupto, que meta al país en otro grave lío.
Así, luego del tramo amargo que hemos pasado los colombianos, el consenso es que el paìs, no se puede manejar con bravuconadas, como muchas veces lo ha intentado el presidente Gustavo Petro.
En este caso se trató de una peligrosa bravuconada, que sin exageración puso en grave riesgo la economía de Colombia y las relaciones diplomáticas, con nuestro mejor aliado. De allí, la fraternal recomendación que hoy se le hace al mandatario de los colombianos para que no tome decisiones a las 3 de la mañana y trate de dormir un poco, puesto que la falta de sueño lleva a tomar decisiones erradas.