El mercado del aguardiente en Colombia entra en una nueva era tras el fallo de la Corte Constitucional que eliminó el monopolio departamental sobre su comercialización. La decisión permitirá la libre competencia entre marcas de diferentes regiones, lo que genera expectativas y desafíos en la industria.
Mientras algunos advierten sobre el impacto en las rentas departamentales y la presión sobre las licoreras más pequeñas, otros celebran la apertura del mercado como un impulso a la innovación y la libertad de elección del consumidor.
Las principales licoreras ya se preparan para competir en nuevos territorios. La Fábrica de Licores de Antioquia, con el 56% del mercado, apunta a expandirse a regiones clave como el Valle y el Tolima. Por su parte, la Licorera del Valle y otras empresas refuerzan estrategias para fortalecer sus productos y adaptarse a la nueva dinámica.
El fallo, además de fomentar la competencia, podría aumentar la recaudación de impuestos por mayores ventas, según expertos. Ahora, los departamentos deberán enfocarse en mejorar su oferta para conquistar el gusto de los colombianos.

