Este martes, el Tribunal Superior de Bogotá llevará a cabo una audiencia crucial en el proceso penal contra el expresidente Álvaro Uribe. En la sesión, que inicia a las 9 de la mañana, se resolverán los recursos de apelación que han retrasado el inicio del juicio oral.
Uno de los puntos centrales es la validez de las interceptaciones telefónicas incluidas en el expediente por la Fiscalía General. La defensa de Uribe ha solicitado que se excluyan del proceso, argumentando que fueron obtenidas de manera ilegal. Estas interceptaciones se realizaron en 2018 como parte de la investigación del escándalo del Cartel de la Toga y estaban dirigidas, en principio, a un teléfono erróneamente atribuido al representante a la Cámara Nilton Córdoba Manyoma. Sin embargo, resultaron ser conversaciones del expresidente Uribe con su abogado Diego Cadena.
El debate sobre las pruebas clave
La defensa del exmandatario, liderada por el abogado Jaime Granados, sostiene que las interceptaciones vulneraron el derecho al secreto profesional entre abogado y cliente. En su apelación, la defensa y el Ministerio Público han cuestionado la legalidad de estas pruebas, las cuales fueron utilizadas para la medida de aseguramiento impuesta en 2020 por la Corte Suprema de Justicia y en la acusación presentada en mayo de 2024.
Uribe ha negado categóricamente las acusaciones de fraude procesal, soborno en actuación penal y soborno a testigos. En sus alegatos finales, el exmandatario insistió en que nunca ordenó a su abogado ofrecer dinero a testigos para cambiar sus declaraciones.
El futuro del proceso
La resolución del Tribunal Superior será determinante para el rumbo del caso. Si las pruebas en cuestión son admitidas, el juicio avanzará hacia su etapa final. De lo contrario, la defensa del expresidente podría ganar terreno en su estrategia legal.
La expectativa es alta, ya que esta decisión marcará el futuro inmediato del proceso penal contra uno de los líderes políticos más influyentes de Colombia.