Reclaman la seguridad ante peleas y consumo de drogas en el barrio Chile

Los residentes de la Avenida Chile, una de las principales arterias de la ciudad de Pasto, Nariño, enfrentan una grave problemática que pone en riesgo su seguridad y bienestar. La zona, que anteriormente era tranquila, ha sido tomada por un creciente número de habitantes de calle y migrantes, quienes han convertido el lugar en un foco de consumo de sustancias psicoactivas, vandalismo, y violencia. Los cambuchos de estas personas sin hogar se han multiplicado en las áreas aledañas al río, convirtiéndolo en un escenario de actos sexuales, atracos, y peleas, generando un ambiente de temor y preocupación para los vecinos.

Niveles críticos

La líder cívica Martha Sánchez ha sido una de las voces más fuertes en la denuncia de esta situación. Según Sánchez, la problemática ha alcanzado niveles críticos, afectando la convivencia y la seguridad de los residentes. «El río que pasa por este sector ha sido escenario de actos sexuales, atracos y consumo de sustancias alucinógenas, además de las constantes peleas entre las personas que viven en la zona. Esto ya se nos ha salido de las manos», expresó la líder, quien pide una intervención urgente por parte de las autoridades.

El impacto de esta situación es tan grave que incluso en horas de la noche, los residentes temen por su seguridad. José Rojas, otro habitante de la Avenida Chile, relata cómo los habitantes de calle que deambulan por la zona, muchas veces bajo los efectos de las drogas, se convierten en una amenaza para la comunidad. «Es un dolor de cabeza aguantar esta situación. Cuando llegamos en la noche, algunos de estos individuos, desesperados por encontrar una víctima, causan terror. Cuando están drogados no les importa hacerle daño a nadie», indicó Rojas, quien pidió a las autoridades que intensifiquen la seguridad en el área y ofrezcan una solución para mitigar estos hechos.

Alarma

Además de la violencia y el consumo de sustancias, otro problema alarmante son los actos obscenos que se realizan a plena luz del día en la vía pública. Estos actos, protagonizados por los habitantes de calle y migrantes que se han asentado en el sector, han sido presenciados por niños, ancianos, jóvenes y otros vecinos. «En este sector viven mujeres, jóvenes, ancianos y niños. La mayoría de los residentes hemos sido testigos de actos lujuriosos realizados por los habitantes de calle, y esto no puede seguir ocurriendo. Ojalá que pronto haya una solución para combatir estos hechos», señaló Rojas, visibilizando la gravedad de la situación para las familias que habitan en la zona.

Los residentes exigen que las autoridades tomen cartas en el asunto, no solo para garantizar la seguridad en la Avenida Chile, sino también para ofrecer soluciones a largo plazo para las personas en situación de calle y los migrantes que, en muchos casos, llegan buscando refugio en la ciudad. La falta de espacios adecuados para atender a estas personas vulnerables, sumada a la falta de control en la zona, ha generado un círculo vicioso de violencia, inseguridad y desesperanza.

La comunidad está pidiendo a gritos un mayor esfuerzo por parte de las autoridades locales, la Policía y las instituciones encargadas de la seguridad para restaurar la paz en el sector.