El regreso a clases en Pasto está a la vuelta de la esquina y, como cada año, la ciudad se prepara para recibir a miles de estudiantes que, tras unas merecidas vacaciones, retomarán sus actividades académicas. Este ciclo escolar 2025 no solo representa el regreso a las aulas, sino también un momento de reflexión para los padres, quienes se enfrentan a un escenario económico complejo, con gastos imprevistos asociados a la educación de sus hijos.
Con la vuelta a las clases, la preocupación por los costos de los útiles escolares, uniformes y materiales didácticos es uno de los temas más recurrentes entre los padres de familia. Aunque los descuentos y promociones empiezan a aparecer en las tiendas de la ciudad, no todos logran cubrir de manera cómoda el gasto que implica iniciar un nuevo año académico. En especial, aquellos hogares con varios hijos en edad escolar sienten el impacto de estos gastos acumulados.
Ricardo Gómez, un padre de familia pastuso, opina que es momento de que los estudiantes retomen sus clases. «Las vacaciones ya han sido suficientemente largas. Es hora de que nuestros hijos vuelvan a la escuela, continúen con su formación y se preparen para este nuevo año académico», asegura con optimismo. Para él, el inicio de clases no es solo una rutina, sino un paso necesario en el proceso de crecimiento y aprendizaje de sus hijos. «Sabemos que, aunque los gastos son altos, lo más importante es el futuro educativo de nuestros hijos. Ellos ya tuvieron tiempo de descansar, es momento de volver a estudiar y aprovechar las oportunidades de formación que nos ofrece el sistema educativo».
Economía
Sin embargo, no todos comparten la misma visión positiva. La situación económica de muchas familias, especialmente aquellas que atraviesan dificultades laborales o que tienen varios hijos en edad escolar, ha generado gran preocupación. La compra de uniformes, la adquisición de útiles escolares, el pago de transporte y otros gastos imprevistos se suman a la carga financiera de muchas casas, lo que se convierte en una carga difícil de afrontar. En especial, aquellos padres que dependen de trabajos informales o de ingresos variables sienten más la presión.
A pesar de las dificultades, algunos padres han encontrado formas de reducir el impacto de estos gastos. En redes sociales, por ejemplo, los grupos de apoyo entre familias han proliferado, donde comparten consejos sobre la compra de materiales de segunda mano o los descuentos en tiendas locales.
Estrategias Estos grupos se han convertido en un espacio de solidaridad, donde se intercambian recomendaciones y estrategias para reducir los costos de la canasta escolar. No obstante, esta red de apoyo no cubre a todas las familias y, para muchas, el inicio del ciclo escolar continúa siendo una preocupación constante.

