RICARDO SARASTY

SE MURIO LEODAN

El primer día de este año me despertaron diciéndome que “se murió Leodan”, así con el verbo morir en modo reflexivo. Por lo que se me ocurrió preguntar ¿cómo se murió? Y obtengo como respuesta otra frase, no solo corta, también cortante: “de viejo”. Callado, para mí mismo con la información recibida construyo una sola oración: Leodan se murió de viejo. De pronto, quizá por causa de todo el ajetreo propio de estos días, la lógica no me asiste con facilidad al tratar de encontrarle significado a esa oración, por lo que creo que la oración con más sentido sería: Leodan murió por viejo. Dejo de lado las elucubraciones gramaticales y vuelvo a hablar para tratar de saber con más precisión las causas de su fallecimiento y solo me leen lo que en el instagram se encuentra como parte del comunicado oficial que da cuento de su deceso, según el cual su muerte obedeció a problemas de salud propios de la edad. En marzo Leodan cumpliría 83 años y aunque hasta no hace muchos meses se le vio en algunas presentaciones, hoy se da por contado que igual a cualquier abuelo la tensión alta, la presión inestable, el exceso de colesterol más un corazón debilitado, terminaron con cualquier expectativa que haya tenido de unos días más de vida. De ser así entonces yo mismo me corrijo y de paso, en silencio, pienso que me despertaron con una información incorrecta porque Leodan no se murió, su muerte fue una consecuencia de los males propio de la edad y es aquí, en este punto de las divagaciones de un somnoliento donde acabo de despabilarme sacudiendo la cabeza con fuerza, pues como decía mi mamá, los que van al anca no están muy lejos.

Entonces trato de recordar la edad que tenía yo cuando escuché la primera canción de Leodan, lo que creo que sucedió, si la memoria aun m es fiel, por allá en los últimos años de la década de los 60, cuando iniciaba los estudios en  la escuela donde por primera vez me atreví a entonar como parte de un acto cultural esa  canción que por tener una letra sencilla, todas las canciones de Leodan las tienen, me la aprendí  fácil: “por un caminito yo te fui a buscar muy lejos caminé y al fin yo ten encontré…” Mas después, pudo ser desde el mismo año, en los siguientes grados con la profesora repasamos siempre para el programa en homenaje a la mamá la canción que comienza con una afirmación obvia más no por ello tonta “Todos tienen una madre…”.

loading...

 Así entre una y otra imagen de aquellos días poco a poco avance tras la búsqueda de referentes que me permitieran calcular los años que mediaban entre mi edad y la de Leodan, descubro entonces que no eran muchos, pero tampoco es que haya estado muy cerca, Es que las canciones suyas que recuerdo con más claridad son las que remiten al amor primero o, para ser más exactos, a los primero enamoramientos. Más aun si en la lista de las amigas y compañeras de colegio se  encuentran  nombres como los de: Mary, Susana, Raquel, Maritsa, Celia, Estela y Fanny, nombres que al pronunciarlos llegan acompañados de la melodía con la que este compositor argentino los vistió, una música sencilla como lo era la vida de las aldeas por aquellos años en los que se grabaron sus discos que sonaban a través de las radiolas en las fuentes de soda a donde se invitaba a tomar un refresco como pretexto para, aunque sea, solo charlar.

El ruido del carro de la basura me saca de los recuerdos y también de la cama, repito, se murió Leodan, pero solo a mí parece conmover la noticia.  ricardosarasty2@hotmail.com