Por: Carlos Santa María
Esta es la definición científica desde la óptica occidental, la que se ha confirmado plenamente en este siglo y que muchísima gente cree sin analizar la realidad. Los ejemplos, solo 4 de los cientos existentes, ratifican la afirmación.
En Siria derrocaron las élites occidentales a Bashar al-Assad, acusándolo de dictador, a través Hayat Tahrir al-Sham (HTS), grupo terrorista cuyo líder, Mohammad al-Julani (ahora Ahmed al-Sharaa, revolucionario), es reconocido en Europa como gobierno moderado, pese a estar solicitado vivo o muerto con recompensa de 10 millones de dólares por USA. Su ministro de defensa está filmado en videos asesinando 2 mujeres, una por presunta prostitución y otra por usar el color rojo, sin ninguna protesta internacional del movimiento feminista.
No importa si es terrorista: ahora es su hombre.
En Rumania ganó las elecciones presidenciales un candidato denominado pro ruso. Por tanto, acusando de interferencia directa de Putin a través de Tik Tok, obviamente sin prueba alguna, no fueron válidas y se harán nuevas…sin el triunfador pues se le impide presentarse. En Moldavia ganó otro aspirante considerado pro ruso…sin embargo, perdió por la votación de los consulados impidiendo sufragar a 500.000 ciudadanos establecidos en Rusia con el fin de que no quedara el vencedor real.
En Georgia, ganó un partido que quiere la paz, por ello es tildado como cercano a Vladimir Putin, razón por la cual se ha organizado mítines con el objetivo de destruir a ese nuevo gobierno. Este ha dicho que no habrá un nuevo Maidán como en Ucrania.
Por el contrario, en Rusia fue elegido presidente Putin con más del 80% de la votación, lo cual lo convierte en dictador. En Irán, de modo similar, su nuevo mandatario elegido también es considerado ilegítimo dada la votación menor al 50% de sufragantes. Nicolás Maduro, quien se juramentará este 10 de enero, es desconocido por el parlamento europeo sin pedir actas, más bien sólo con interés político.
Conclusión: democracia es seguir el capitalismo y dictadura ofrecer alternativas divergentes. Error colosal.

