La Comparsa Polen y Semillas del maestro Fabio Velásquez, participó en el desfile Mango del 6 de enero. En la imagen se destacan: Valeri Tarapues, Esteban Ruano, Julián Navarro, Fernanda Guerrero, Amanda Velásquez, Juan Montenegro, Laura Montenegro, Flavio Velásquez, Oscar Muriel, Natali Sifuentes, David Navarro, Valeria Erazo, Amaro Velásquez, Milton Cuatin, Yesica Velásquez, Sandra Velásquez, María Velásquez, Juan Narváez y Carlos Erazo.

Las comparsas deslumbraron con sus vestimentas en la senda del Carnaval

La capital nariñense vibró una vez más con la magia y el derroche de creatividad del Carnaval de Negros y Blancos, que en su versión 2025 dejó una huella imborrable en los miles de asistentes que se dieron cita para vivir una fiesta sin igual. En la tradicional senda del carnaval, las comparsas, danzas y presentaciones artísticas se apoderaron de las calles, convirtiéndolas en un escenario vibrante de colores, ritmos y tradición.

Desde tempranas horas de la mañana, los habitantes de Pasto y los miles de visitantes nacionales e internacionales que llegaron para disfrutar del evento, comenzaron a recorrer la Senda del Carnaval, el epicentro de la fiesta. El bullicio, la alegría y el entusiasmo se sintieron en cada rincón, pero fue en las presentaciones artísticas donde realmente se reflejó el talento y la dedicación de los maestros y artistas locales.

Creatividad

Las comparsas, con su impresionante creatividad y elaboradas vestimentas, adornaron las calles, deslumbrando a todos los presentes. Cada grupo representó, a través de sus danzas y vestuarios, un pedazo de la rica cultura nariñense, fusionando el arte tradicional con innovadoras propuestas. Los trajes, llenos de detalles y colores, acompañados de coreografías que contaron historias ancestrales, fueron aclamados por los asistentes, quienes no dudaron en ovacionar y premiar el esfuerzo y talento desplegado por los artistas.

El Carnaval de Negros y Blancos, más que una fiesta popular, se ha convertido en una manifestación cultural de gran relevancia para la región, donde el mestizaje de tradiciones indígenas, afrodescendientes y españolas cobra vida a través de la música, la danza y la creatividad. La senda del carnaval fue, sin lugar a dudas, un reflejo de ese mestizaje, un derroche de talento, alegría y, sobre todo, orgullo nariñense.