La situación internacional es cada día más preocupante. Los acontecimientos en el Líbano, bombardeado inmisericordemente por Israel, han provocado lágrimas y sufrimiento como son las guerras. Vi algunos videos de Beirut en llamas con escenas terroríficas de niños con sus intestinos derramados, otros mutilados, otros sencillamente muertos en un charco de sangre y al costado padre y madre deshechos de dolor, pero también de furia contra los asesinos de cientos de criaturas en las ciudades libanesas.
El sur global siente además de la indignación contra el llamado occidente, esto es la Europa y Norte América, por ser cómplices en la guerra de Medio Oriente, un conflicto regional con consecuencias globales, bombardeos a un nivel de destrucción nunca vistos, que esta trayendo un desprestigio tal que hasta la ONU está entrando en crisis por el derecho de veto de las potencias que paraliza cualquier intento de solución encaminado hacia la paz. El peligro mayor como se ha comentado por todos los medios es si el conflicto sigue extendiéndose, el mundo se acerca peligrosamente a una conflagración mundial, provocada por occidente y el brazo armado que es la OTAN, cada vez más violatoria de las normas y tratados internacionales ganando territorio en contra de Rusia. La intervención de Irán en el conflicto acrecienta el peligro si se tiene en cuenta que es un país con armamento nuclear.
De todos modos el daño está causado como se dice en el argot popular, y la reconstrucción de Ucrania como de Oriente Medio requerirá otro plan Marshall como el que reconstruyo a
Alemania y otros países de Europa después de la segunda guerra mundial.
La incógnita del millón es cómo será el futuro de Israel después de finalizado el conflicto, cualquiera que sea el final. Alguien dijo que será más difícil la post guerra que la misma guerra. También habrá que esperar los resultados del 5 de noviembre.