La tranquilidad del municipio de Policarpa, se vio quebrantada con el descubrimiento de los cuerpos de cuatro ciudadanos venezolanos, quienes fueron brutalmente asesinados en la zona. Según las primeras versiones, las víctimas trabajaban como raspachines en la región, un oficio relacionado con la extracción de minerales de manera informal.
Los cuerpos fueron encontrados en dos puntos distintos de la localidad. Tres de las víctimas fueron halladas en el barrio Miraflores, una zona residencial de la ciudad, mientras que la cuarta víctima fue localizada aproximadamente un kilómetro más adelante, en un área más alejada. La escena del crimen, al parecer, no fue un enfrentamiento entre las víctimas y los agresores, sino que se trató de un atentado dirigido contra estas personas, quienes al parecer estaban realizando actividades relacionadas con la minería informal.
Investigación
Benildo Estupiñán Solís, secretario de Gobierno del departamento de Nariño, informó que el móvil del crimen aún es desconocido. Las autoridades locales, en conjunto con la Sijín (Sección de Investigación Criminal de la Policía Nacional) y el CTI (Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía), ya se encuentran trabajando en la investigación para esclarecer lo ocurrido y dar con los responsables de este múltiple asesinato.
Hasta el momento, las identidades de las víctimas no han sido confirmadas oficialmente. Además, ninguna persona se ha presentado para reclamar los cuerpos, que permanecen en las instalaciones de Medicina Legal, lo que aumenta el misterio que rodea el caso. Las autoridades no descartan ninguna hipótesis, pero la falta de información sobre las víctimas y su relación con actividades ilícitas genera diversas especulaciones entre la población.
Consternación
La noticia de este brutal asesinato ha causado una profunda consternación en los habitantes de Policarpa, quienes expresan su temor por la violencia que parece estar afectando de manera creciente a la región. En los últimos meses, Policarpa ha experimentado un aumento en los hechos delictivos, y la comunidad teme que este tipo de crímenes continúen afectando la seguridad y estabilidad del municipio. El hecho de que las víctimas fueran ciudadanos venezolanos, quienes han llegado en los últimos años en busca de mejores oportunidades laborales, añade una capa de complejidad al caso. Muchos de estos inmigrantes se han establecido en la región para trabajar en actividades informales, como la minería, lo que podría estar relacionado con el contexto de los asesinatos. Sin embargo, hasta que no se confirmen los detalles de la investigación, todas las hipótesis siguen abiertas.