MANUEL ERASO

HOMENAJE A UN BOBO

Ismael Botina popular maestro Buchón, trae al recuerdo los sufrimientos que en materia de suministro de agua potable sufría Pasto, por allá en la década de los años 90. Cada vez que habia sequía, inmediatamente la empresa de aguas Empopasto, acudía al racionamiento.

Vino la elección popular de alcaldes y Pasto, escogió a un hombre visionario German Guerrero López, quien pensó en obras de futuro y  en las nuevas generaciones.

Con recursos internacionales del Banco Interamericano de Desarrollo, emprende la gran proeza de trasvasar el agua de la represa del Rio Bobo, mediante bombeo hasta la Cruz de Amarillo y luego por gravedad llevarla hasta las plantas de Centenario, Mijitayo y San Felipe,  que apenas se habían inaugurado por el arquitecto José Félix Moreno Mesías.

Traer agua hasta Pasto, desde el Rio Bobo, parecía una idea loca, pero, desde ese tiempo se advertía que era la única solución para proveer agua todo el tiempo para los habitantes.

El proyecto se lo encargó al Ingeniero Iván Montenegro Trujillo, quien demostró eficiencia y pulcritud en el manejo de recursos oficiales.

Las críticas no se dejaron esperar, muchos decían que era una obra suntuosa y  será un elefante blanco, pero, llegó  la realidad, después de 30 años, les da la razón a los visionarios de ese tiempo.

Hoy, Empopasto, tiene una especie de “Llanta de emergencia”, cuando bajan los caudales del rio Pasto y la quebrada de Mijitayo,  hay amenaza de un racionamiento, se prenden las bombas de impulsión desde el embalse del Rio Bobo, hasta un tanque de reserva localizado en el alto de Cruz de amarillo y desde allí por gravedad se llenan las plantas de del Centenario,  Mijitayo y San Felipe.

Gracias al Rio Bobo, llamado así por los continuos cambios en cuanto a caudales, a veces alto a veces bajo, los campesinos lo bautizaron el Bobo.

La represa se construyó en 1956, encargada de mover las turbinas de una planta de energía eléctrica para la ciudad de Pasto, esa hidroeléctrica fue propiedad del municipio, luego vendida a Cedenar.

Es bueno recordar la historia, obras proyectadas a futuro que parece que nunca  va a llegar; si hoy no contáramos con ese trasvase, la suspensión del líquido seria diario. Acabamos de atravesar una época seca intensa, sin embargo los pastusos, frescos como una lechuga.

Lo que es, es, felicitaciones los autores de esta obra, y  visitar y promover turísticamente los  bellos paisajes que rodean el embalse del Rio Bobo, que se nutre de  aguas del Rio Piedras de Tangua y mantiene un caudal estable durante los doce meses del año. No todo es malo.

Más tarde, se registró el estallido social de defensa de Empopasto, contra la privatización y llevó a la alcaldia de pedro a Vicente Obando y desde allí la recuperación de la empresa que habia caído en garras de los sindicatos que casi acaban esta empresa, que hoy es orgullo nacional.

Gracias a todos, incluido al bobo….viejomanolo1@hotmail.com