Carlos Beltrán y Jorge Cifuentes desaparecieron hace dos años

Hoy se cumplen dos años desde la desaparición forzada de Carlos Beltrán y Jorge Cifuentes Beltrán, dos hombres que fueron vistos por última vez en la vía Tumaco-Llorente, entre el kilómetro 90 y el kilómetro 100, a bordo de un bus de la empresa de transporte Coomotorista. Desde aquel 20 de noviembre de 2022, la incertidumbre y el dolor han marcado la vida de sus familiares, quienes aún esperan una señal de vida de sus seres queridos.

Según los testimonios de los pocos testigos que se encuentran en la zona, ese día los dos hombres fueron bajados del vehículo por un grupo de hombres armados, quienes, sin explicación alguna, los obligaron a descender y se los llevaron hacia un destino desconocido. A pesar de los esfuerzos por localizar a los desaparecidos, hasta el momento no se han recibido pistas claras ni respuestas oficiales sobre su paradero.

Giro dramático

Carlos y Jorge, oriundos de Tumaco, se habían embarcado en el viaje con la esperanza de regresar pronto a sus hogares, pero nunca imaginaron que ese día marcaría un giro dramático en sus vidas y las de sus familias. Tras su desaparición, la comunidad local y sus seres queridos han movilizado esfuerzos para esclarecer lo ocurrido, pero la falta de información y la denuncia del caso ante las autoridades han sido parte de la amarga realidad que enfrentan.

Según las investigaciones preliminares, las autoridades aún no han logrado identificar a los responsables del hecho ni establecer las razones detrás de la desaparición de los dos hombres. Sin embargo, el caso ha sido señalado como un claro ejemplo de desaparición forzada, una práctica lamentablemente común en varias regiones del país, especialmente en áreas con presencia de grupos armados ilegales.

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Pistas

A pesar de la falta de avances tangibles, los familiares de Carlos y Jorge no han dejado de luchar. Su búsqueda incansable se ha extendido por diversos puntos de Tumaco, donde continúan preguntando y buscando pistas que puedan conducir a alguna respuesta sobre el paradero de los dos hombres. La incertidumbre que viven es indescriptible, pero la esperanza sigue siendo lo último que pierden.

«Nosotros seguimos esperando una señal, aunque sea mínima, que nos diga que están vivos. Todos los días pensamos en ellos, todos los días tenemos la esperanza de que van a regresar», afirma, con lágrimas en los ojos, la madre de uno de los desaparecidos. La familia ha recibido apoyo de organizaciones de derechos humanos, quienes han documentado el caso y están en constante comunicación con las autoridades competentes para garantizar que no quede impune. Sin embargo, el silencio de las autoridades y la demora en los avances judiciales han generado frustración y desconfianza en las instituciones encargadas de garantizar la justicia.