Fredy Guarín es uno de los futbolistas colombianos más destacados de los últimos 15 años. Integrante de la generación que conquistó el Sudamericano Sub-20 en 2005, dio el salto al fútbol internacional siendo muy joven y alcanzó la élite europea con el Porto de Portugal y el Inter de Milán. Con la Selección Colombia, vivió momentos de gloria, siendo parte del equipo de José Pékerman que brilló en el Mundial de Brasil 2014.
En diciembre de 2020, Guarín regresó al fútbol colombiano tras su paso por el Vasco da Gama en Brasil. Firmó con Millonarios, el club de sus amores, pero su regreso no cumplió las expectativas. Los problemas personales y su lucha contra la adicción al alcohol salieron a la luz, y su carrera profesional terminó con apenas 262 minutos jugados en 7 partidos, 3 de ellos como titular.
En una entrevista con Los Informantes de Caracol Televisión, Guarín habló abiertamente sobre sus problemas con el alcohol, los cuales comenzaron en su etapa con el Inter de Milán, se agravaron en China y llegaron a su punto más crítico en Brasil.
“Empecé a ganar mi nombre en Italia, y ahí comenzó el tema fuera del campo. Me emborrachaba dos días antes del partido, llegaba y funcionaba; ganábamos, hacía goles. Pero luego llegó el cargo de conciencia. Bebía en la casa, en discotecas, restaurantes… El entorno era de champaña, modelos, pero sabía que estaba fallando, tanto en lo laboral como en lo familiar”, confesó entre lágrimas.
Reconoció que perdió el rumbo tanto en su carrera como en su hogar. «Sentía que no había límites. Estaba completamente inmerso en el alcohol. Llegó un punto en el que mi representante dijo: ‘Hay que sacarlo de aquí, no puede seguir en Milán’”. Actualmente, lleva más de seis meses sin beber.
La verdad de Guarín sobre su adicción al alcohol
China: el descontrol absoluto.
“Me pagaban en euros, y allá me degeneré completamente. Me levantaba, iba a entrenar y después del entreno, alcohol. Así todos los días. Llevaba amigos de Italia y Colombia a China, una vez invité a 16 personas. No tenía noción del dinero, lo gastaba en lujos: noches de fiesta, yates, aviones, regalos”.
Brasil: el punto más bajo.
“Fueron seis meses que me hicieron sentir el hombre más feliz en el campo, pero fuera de él estaba descontrolado: 50, 60, 70 cervezas en una noche. Durante la pandemia, sin entrenos ni fútbol, me abandoné por completo. Borracho, buscaba peligro, lo llamaba adrenalina: favela, armas, movimiento. Incluso llegué a tener armas. No medía riesgos”.
Un episodio crítico.
“Me lancé de un balcón en Brasil estando borracho. Vivía en un piso 17, y aunque había una malla que me salvó, no tenía conciencia de lo que hacía. En esos días pensaba en la muerte constantemente. Fueron diez días de borracheras seguidas. Sabía que iba camino a la muerte o a la cárcel”.
Apoyo en el proceso de recuperación.
Durante su proceso de superación, destacó el apoyo de Juan Fernando Quintero: “Juanfer, principalmente, ha estado conmigo”.
Fredy Guarín, tras tocar fondo, busca rehacer su vida lejos de los excesos, dejando una lección de lucha contra las adversidades.